Redacción/Quadratín Veracruz
CIUDAD DE MÉXICO, 9 de octubre de 2016.- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) propuso a la Secretaría de Educación Pública (SEP) garantizar la participación activa de los alumnos en el proceso de revisión y consolidación del Modelo Educativo y de la Propuesta Curricular para la Educación Obligatoria.
En un comunicado, señala que teniendo como base las disposiciones de la Convención sobre los Derechos del Niño, de la cual México es parte, y de las directrices desarrolladas por su Comité, el Ombudsman Nacional, Luis Raúl González Pérez, planteó al secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, que en esa exploración y consulta se garanticen cuatro puntos:
- La participación de las niñas y los niños en el proceso de consulta que tendrá lugar en los siguientes meses, para que puedan manifestar libremente su opinión sobre las propuestas formuladas por la SEP, así como plantear las peticiones y sugerencias que deseen, en concordancia con lo dispuesto en el artículo 12 de la Convención.
- La participación activa de los menores en el modelo de gobernanza del sistema educativo, no sólo a través de los órganos de representación de las madres y los padres de familia, conforme a mecanismos que les permitan estar informados de manera clara y accesible sobre los procesos de gestión escolar, así como recoger sus inquietudes, sugerencias y peticiones, a fin de hacer posible su efectiva participación en la vida escolar.
- Transversalizar la perspectiva de derechos humanos tanto en el modelo educativo, los procesos pedagógicos y la malla curricular para la Educación Básica y Media Superior, para que la educación en derechos humanos no se reduzca al desahogo de ciertos temas, en determinadas asignaturas, con carácter descriptivo, sino que la realización de los valores que la conforman sea una práctica integral y constante en todas las dimensiones de la vida escolar, promoviendo su desarrollo también en los ámbitos familiar y comunitario.
- Respecto de la inclusión de la autonomía curricular, garantizar que no se menoscaben sus derechos en situación de mayor vulnerabilidad para acceder a la educación de igual calidad que las y los estudiantes en escuelas de zonas más favorecidas. Es decir, que las limitaciones de infraestructura y recursos humanos y materiales que experimentan ciertos centros escolares no determinen la selección de materias ni limiten la posibilidad de que las y los niños desarrollen al máximo sus capacidades.