Raúl López Gómez/Cosmovisión
*No les gusto en Informe de Peña Nieto
No les gusto a sus detractores, que el todavía presidente Enrique Peña Nieto, haya dicho que el México de hoy, es mejor que el de hace seis años.
Pero eso sólo fue una parte del sexto y último informe de gobierno del villano favorito de los “Amlovers”, que no les gustó y por eso lo menos que le dijeron es que es un cínico.
No les gusto tampoco que haya dicho que en su sexenio se sentaron las bases para avanzar en materia de educación y que el índice inflacionario es el más bajo desde hacer 20 años.
En realidad, no les gustó nada a los seguidores del presidente electo, aquellos que todo lo que han hecho los anteriores gobiernos está mal, y tienen la esperanza de que con López Obrador les haga “justicia la revolución”.
Tal vez ellos hubieran estado felices si en lugar de Peña Nieto hubiera sido Andrés Manuel López Obrador, el que se presentará en el Palacio Nacional y les repitiera las promesas que ya ha dicho hasta el cansancio y que en estos momentos tiene al país en la incertidumbre total.
Sin embargó, el evento montado en el Palacio Nacional fue para que Peña Nieto se despidiera del pueblo mexicano e informará del estado que guarda la administración que él encabezo durante los últimos seis años.
Ya habrá oportunidad para que los legisladores hagan la glosa del informe escrito que el pasado sábado entregó el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, a los legisladores en el palacio legislativo.
EL PULSO.- Dice el dicho que “mal empieza la semana, el pobre que ahorcan en lunes”, y es que se ve como un mal augurio que en el Senado, con el pretexto de la austeridad, los nuevos mandamás (Ricardo Monreal y Martí Batres), hayan ordenado que se retirará de la sala de prensa el servicio de café y galletitas. Vaya ni siquiera agua les van a dar y nada más falta que también les retiren las computadoras y apoyos que tienen para realizar su tarea. Se nota a leguas la tirria que les tienen a los periodistas los mandamases del Senado*** Tal vez por eso ya se empezaron a preocupar los reporteros de la “fuente” de la Cámara de Diputados, pues, aunque no les han retirado ningún apoyo, ni el servicio de café, ya se empiezan a sentir los signos de repudio de los que ahora mandan en San Lázaro. Lo primero que hicieron fue cerrar el famoso “corral de la ignominia”, para evitar que los reporteros pasen al salón de plenos a entrevistar diputados y diputadas. Cabe recordar que precisamente los autores del ignominioso corral en donde encierran a los reporteros, fueron nada menos que Porfirio Muñoz Ledo, hoy presidente de la Mesa Directiva, y Pablo Gómez Álvarez, actualmente vicecoordinador de la bancada mayoritaria de Morena. Ellos, en 1997 fueron creadores del bloque opositor que integrado por diputados del PRD, PT, PVEM y otros chiquipartidos, hicieron la alianza y conformaron una mayoría ficticia para gobernar la Cámara y entre mucha cosas, cambiar las reglas de la relación prensa-diputados. Tal parece que hoy vienen por otra revancha, aprovechado que el tsunami López Obrador, los trajo a San Lázaro, prácticamente nadando de a muertito. Veremos que sigue.