Carlos Ramírez/Indicador político
*Afectara el recorte a los más vulnerables
Aunque falta más de mes y medio para que los nuevos diputados y senadores entren en funciones, las huestes de la bancada de Morena, que será la mayoritaria en la LIV Legislatura, están que se les queman las habas por asumir el cargo.
Esta de miedo la presión para que los actuales legisladores ya vayan sacando sus pertenencias y entreguen las oficinas, al igual que despidan al personal que tienen a su cargo.
En realidad, hasta ahí todo está bien, no hay mayor problema, pues los que terminan su gestión prácticamente ya no hacen nada, salvo cobrar puntualmente su quincena, pero muchos empleados, sobre todo de nivel inferior, están con el Jesús en la boca, ante el riesgo de quedarse sin trabajo.
Se trata de varios cientos de empleados de confianza, que están en la nómina de la Cámara de Diputados desde hace 5 o 10 años y se denominan supernumerarios, que en la mayoría de los casos no ganan ni 10 mil pesos mensuales.
Ellos lo mismo trabajan para alguna bancada, para diputados y no profesan ninguna ideología partidista, hacen su chamba sin importar que los manden al PRI, al PRD, al PAN o a cualquier otro, pero con el arribo masivo de los legisladores de Morena, podrían quedarse en la calle.
Habrá que esperar a ver qué medidas toman los nuevos legisladores, pero por lo que están haciendo, no piensan seguir las indicaciones del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de no afectar a los empleados menores.
Se supone que los recortes que se planean, se aplicarán en los altos mandos, desde secretarios, coordinadores y directores generales, es decir, todos los que cobran sueldos mayores a los 100 mil pesos mensuales y están metidos en negocios millonarios, amparados por el cargo que detenta.
Pero como eso todavía no se aclara y en cambió se anuncia que el presupuesto de la Cámara de Diputados y Senadores, sufrita un recorte de 500 millones de pesos, apura empezar, hay temor de que como siempre, los de menores ingresos, los que trabajan para mantener a su familia, serán los que paguen los platos que rompieron a través de los años los que han manejado el Congreso de la Unión.
Veremos, veremos.
EL PULSO.- Finalmente René Juárez Cisneros recibió la orden de dejar la presidencia del PRI y presentó su renuncia, pero nomás le dieron una revolcada a la gata, pues dejaron en la presidencia a Claudia Ruiz Massieu y en la secretaría general al ex gobernador Rubén Moreira. Más de lo mismo y por lo menos hasta que termine su mandato el presidente Enrique Peña Nieto, seguirán así, fingiendo que no pasa nada y que el PRI puede y debe seguir siendo un apéndice del gobierno peñista** Realmente fue grotesco ver en el acto en que renunció Juárez Cisneros, a los dirigentes de los tres sectores priístas y, así como de los jóvenes y las mujeres, que ante una veintena de periodistas, aplaudieron la llegada de los nuevos dirigentes** En el PAN también andan a la greña por la dirigencia y para ver quien se hace cargo de los despojos, pero como ahí no tienen un primer priísta, están más confundidos. Y por último en el PRD, ya están tomando medidas, buscando el camino para adherirse a Morena, antes de que desaparezcan.