Paramilitares callan sus armas ante presencia del Ejército en Chiapas

CHALCHIHUITÁN, Chis., 2 de diciembre de 2017.- El pequeño Miramón Díaz Luna, de escasos dos meses de nacido hoy recibió atención médica por parte del Ejército Mexicano junto con su hermana mayor.

Mientras revisan a la pequeña, duerme profundamente adentro del rebozo de su madre Margarita.

Ya no llora por dolor como el pasado sábado, cuando El Universal documentaba la crisis humanitaria de estos tzotziles. Ya recibió atención médica, al igual que su hermanita.

Su madre ya no refleja en su mirada la angustia y desesperación. La tos ha cesado y por ahora, no tienen que cubrir su boca para ahogar la tos y el llanto que pareciera delatar su presencia con el grupo armado.

Efectivos del Ejército Mexicano brindan atención médica a indígenas tzotziles desplazados de esta localidad por conflictos territoriales; mientras que Protección Civil de Chiapas traslada víveres y ropa.

De acuerdo al comandante de la 31 Zona Militar, con sede en Rancho Nuevo, Ernesto José Zapata Pérez; personal médico inició este viernes la atención médica principalmente a niños, mujeres, adultos mayores y hombres que desde hace un mes se encuentran viviendo en las montañas, para evitar ser masacrados por un grupo paramilitar del municipio de San Pedro Chenalhó con quien mantienen una disputa territorial.

Explicó que la labor consiste en brindar ayuda humanitaria como la atención médica, otorgar medicamentos, víveres, entrega de cobertores, colchonetas y ropa; ya que desde el pasado 18 de octubre, las familias han sufrido temperaturas de hasta tres grados durmiendo en el monte.

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