
Bernardo Gutiérrez Parra/Desde el Café
@pablojair
+ Nuevo caso de gusano barrenador en Veracruz; EE.UU. cierra frontera.
Que ya está llegando la moda de los
drones explosivos a tierras jarochas.
–Chopenjawer
El tema de los taxis es muy polémico en Veracruz y tiene semillas de corrupción dentro de los gobiernos estatales.
En el sexenio de Miguel Alemán Velasco (1998-2004) comenzó el relajo cuando se autorizaron nuevas rutas y ampliación de las existentes a transportistas del famoso pulpo camionero.
Le explico: si una ruta tenía dos kilómetros con cuatro camiones para una circulación de 10 minutos, en ese entonces la Dirección de Tránsito y Transporte del Estado dejó que la ruta creciera a cuatro kilómetros, por lo tanto se tendrían que tener ocho camiones para tener el tiempo estimado de 10 minutos recorrido. Es decir, más unidades para tramos más largos.
Teniendo esta preferencia los transportistas, se equiparó al gremio de los taxistas; es decir, se permitieron más unidades en compensación.
De hecho, (si no mal recuerdo, en el último año de Alemán) hubo un apoyo al gremio de taxistas para que pudieran adquirir nuevas unidades.
En ese entonces, se podían ver —al menos en Xalapa— a las concesionarias de Nissan vendiendo el famoso Tsuru ya con los colores verdes que usan los taxis de la capital veracruzana. Se podían conseguir muy baratos, pues el costo entonces era de menos de 100 mil pesos en su versión más austera, en parte subsidiado por el apoyo gubernamental.
Los que hicieron negociazo —como siempre— fueron los dueños de esas concesionarias, pues la venta de los Tsurus se dispararon por todo el estado al ser un vehículo barato, de poco consumo de gasolina y que trabaja hasta con refacciones hechizas.
Es el carro de batalla que vino a sustituir al “vocho”, precisamente por esas características. Es curioso, pero este vehículo fue prohibido en Estados Unidos al ser considerado peligroso. Aquí en Mexicalpan de Las Tunas es venerado como parte de la cultura popular.
Llegando Fidel Herrera (2004-2010) nunca se abrió un proceso para concesiones para taxi, pero éstas se regalaban al por mayor especialmente para compensaciones. Algo así como: “se murió un policía; denle placas a la viuda”; “perdió su casa en la inundación; denle placas”… Y así de repente todo mundo tenía por lo menos un taxi.
Hay un caso, por ejemplo, de una persona ciega en Coatepec que tiene dos placas de taxi que le dieron para sobrevivir. Regalazo.
Curiosamente, existe la impresión de que con Tío Fide (descanse en paz) fue cuando se dispararon las cifras del aumento de taxis en el estado y en parte esto es verdad: Xalapa duplicó el número de taxis de 5 mil a 10 mil durante su mandato, saturando las calles. No obstante, en lugares como Coatepec pasó apenas de 153 a 183 unidades.
Recuerdo que en esas épocas, había ruleteros de muchos años que se quejaban porque ya no ganaban lo mismo. Al haber más taxis en la ciudad, obviamente el pasaje era menos.
Según fuentes consultadas, el verdadero despapaye de los taxis inició en tiempos de Duarte, pues había “gestores” que llegaban a Transporte del Estado en nombre del mandatario (o de familiares de éste), pidiendo constantemente de a 20, 50 hasta 200 concesiones, que se vendían en 50 mil pesos.
Así, lugares como Coatepec llegaron a tener más de mil unidades.
Mire, es verdad que el taxi da mucho trabajo y es por eso que no han autorizado la entrada de aplicaciones como el caso de Uber. Eso lo declaró la gobernadora Rocío Nahle el pasado 14 de abril, cuando reiteró que dicha plataforma no está autorizada en el estado y subrayó: “Veracruz tiene una flota muy numerosa de taxis que generan empleos masivos”.
Se puede decir que hasta hace unos días había una relación tranquila entre el gremio y el Gobierno del Estado, pero a partir del lunes, en redes sociales difundieron la falsa noticia de que la gobernadora había dicho que la tarifa mínima en el estado es de 14 y máxima de 24.
En la anterior columna ya se explicó que eso fue falso: nunca dijo eso y todo fueron versiones de mala leche vertidas en redes sociales, mismas que sirvieron para que algunos usuarios se confrontaran con ruleteros diciendo que la tarifa era por órdenes de la mandataria estatal.
Mire: la realidad es más compleja. Sí, tienen razón los taxistas cuando dicen que no les han autorizado el aumento en tarifas desde hace 10 años, cuando la gasolina era más barata. Lo que no dicen líderes del gremio es que pocos han cumplido con la renovación de unidades, así como la autoridad no ha realizado la revista vehicular que debería hacerse cada año.
Según la ley —anoche me lo explicaba un conocedor del tema— el vehículo que sirve como taxi está autorizado a trabajar máximo 5 años. Hay una prórroga de 5 años más si la “nave” está en buenas condiciones de acuerdo a los criterios de las autoridades.
El problema es que las autoridades no han hecho la revisión y por eso se ven muchos vehículos destartalados, sucios y viejos. Algunos con más de 10 años.
(De hecho, el Tsuru, el modelo que más abunda en calles del estado, fue descontinuado en 2017 porque no cumplía con normas de seguridad. Ahora se han difundido noticias falsas sobre un supuesto nuevo Tsuru para 2026, lo cual fue desmentido por portales especializados como MotorPasión México).
¿Y para qué sirve la revista? Precisamente para mantener a los vehículos en buenas condiciones.
La última revista oficial se hizo, si no mal recuerdo, en 2016 con Duarte. En 2017, en el minigobierno de dos años de Yunes, se hizo una revisión para ver qué desmadre le había dejado su antecesor en ese rubro. En 2022, con Cuitláhuac, hubo otra para volver a validar, pero se siguieron manteniendo las mismas unidades con el pretexto de que el gremio había sufrido con la pandemia del COVID.
¿Y en qué consiste la revista? Simple: es una revisión con un costo de menos de 200 pesos, para verificar las condiciones físicas y mecánicas del vehículo.
Si esta se realizara cada año, no habría camiones madreados ni taxis desbaratados, pero en la realidad esto se ha vuelto un círculo vicioso: la autoridad no revisa y ahí sigue el problema de las unidades obsoletas.
En cambio, si el gobierno se pusiera las pilas y revisara las unidades con concesión de transporte público, se elevaría la calidad de los vehículos y ahora sí no habría pretexto para un aumento merecido en las tarifas.
Los primeros pasos se están dando con las unidades híbridas (camiones) en la zona de Veracruz-Boca del Río que ya anunció la gobernadora Nahle; en contraparte, en Xalapa, circulan pocos taxis con esta tecnología que ahorra mucho combustible (como los Toyota) y hasta se podrían usar los nuevos eléctricos BYD, que en la CDMX se han vuelto populares.
Cierto: lo del lunes desató la polémica por una información de mala leche en redes sociales, pero también dio pauta a que es tiempo de afrontar el reto: meter en orden al transporte público y regularizar las tarifas de acuerdo a los tiempos actuales.
Por lo pronto, la Gobernadora de Veracruz adelantó que será el próximo lunes, en su habitual conferencia de prensa, cuando hablará sobre las tarifas de taxi y las negociaciones que se han hecho en estos días…
¿Será el inicio de algo histórico?
ÚNICA NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Que la Secretaría de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, anunció el cierre “inmediato” de la frontera al paso de ganado vivo procedente de México tras reportarse otro caso de gusano barrenador en Ixhuatlán de Madero, al norte de la entidad veracruzana… En un comunicado, la USAD (por sus siglas en inglés) advierte que este caso de gusano barrenador recientemente reportado “plantea una preocupación significativa sobre la información previamente reportada por los funcionarios mexicanos y compromete gravemente el calendario de reapertura del puerto esbozado de cinco puertos del 7 de julio al 15 de septiembre”… El caso, por cierto, fue detectado por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), organismo desconcentrado de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, mismo que reportó al Departamento de Agricultura estadounidense.