Pablo Jair Ortega/Columna sin nombre

EL ZAR DEL HUACHICOL Y SU MINI-REFINERÍA

@pablojair

+ Así no era el muro de contención que se cayó.
+ El PAN sigue ganando… inmuebles.
+ Destacan el Corredor Interocéanico.

El que está en Reno, ya estaría cancelando clases.
–Chopenjawer

A finales de los 90 comenzaba a trabajar para medios de comunicación. Para inicios del sexenio de Vicente Fox (2002, si no mal recuerdo) me tocó acompañar a los corresponsales de una televisora nacional a Poza Rica, a quienes según les habían pedido hacer un “trabajo” desde México.

El viaje fue hasta Poza Rica, trasladándonos desde Coatzacoalcos en un vehículo Atos, del primer modelo que acababa de salir. Salimos por la madrugada.

Al llegar nos recibe una comitiva en una casa enorme, con mucho lujo; también nos llevan a un estadio de fútbol privado que tenía su propio zoológico.

Ahí se hacen unas entrevistas y me entero que el interesado es un tal Martín Rojas López, un supuesto empresario que se quejaba de difamaciones por parte de periodistas de la región, especialmente de “La Opinión de Poza Rica”, dirigido por Raúl Gibb Guerrero.

De hecho, fueron varias personas las que se pusieron de acuerdo para declarar contra Gibb Guerrero y sus declaraciones fueron grabadas en ese punto. Luego entonces, entendí que era un “bisne” para hacerle una campaña negra al influyente periódico del norte del estado.

Debo confesar que yo iba como personal de apoyo (chalán, pues), y no tenía ni idea de qué se trataba todo el meollo ni quién era el vato de la entrevista.

Posteriormente nos llevan a un restaurante fifí, de esos con cortes finos y mariscos. Según mi memoria, estaba ubicado en la colonia Petrolera.

Ahí platicamos con un abogado de refinados modales (la verdad no recuerdo el nombre), quien nos vendía toda la película de que Martín Rojas era inocente empresario que se había dedicado toda su vida a trabajar.

El mismo abogado nos platicó que habían tenido “trato” con mandos nacionales de la televisora y por eso nos habían enviado a Poza Rica. Incluso un conductor estelar era compadre de Martín.

Era pues, una “orden de arriba”, tenía entendido. Yo ni era empleado, sólo estaba haciendo montón con los “compitas”.

Terminó el asunto y ahí vamos de regreso para el sur de Veracruz ese mismo día.

Supe después que los compañeros regresaron al menos un par de ocasiones a Poza Rica. En una de esas hasta estuvieron echando trago con los mismos personajes y hasta uno de los “compas” se quemó la trompa cuando se quiso tomar un coñac flameado sin saber cómo.
Bueno, pues Martín Rojas después sería nota nacional pero no por las entrevistas que se le hacían en ese medio nacional, sino porque en 2005 fue detenido en Houston, Texas.

Resulta que era un tipo que en menos de seis años juntó una inmensa fortuna por dedicarse al huachicol, con operaciones en los estados de Veracruz, Hidalgo, Querétaro, Puebla y Tamaulipas. Era además dueño de empresas gasolineras que servían como fachada para la adulteración del hidrocarburo robado.

Martín Rojas vino a destapar (ya a finales del sexenio) lo que tanto negaba el presidente Vicente Fox: que había “chupaductos” que se robaban el combustible del país en ductos de Petróleos Mexicanos. Es curioso, porque precisamente el Cártel de Santa Rosa de Lima —que opera en Guanajuato, cerca de donde vive “Chente”— se dedica precisamente a esa actividad ilícita hasta el día de hoy.

De las pláticas posteriores con los amigos que fueron a Poza Rica, uno me comentó que Martín Rojas incluso tenía una mini-refinería donde procesaba el crudo robado, tal como la que se dio a conocer este miércoles como asegurada en Coatzacoalcos.

Las imágenes compartidas por el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, muestran unas instalaciones muy bien hechas y para nada improvisadas, construidas seguramente por expertos que conocen bien todo el procedimiento para la creación de combustibles.

De hecho, García Harfuch detalla que la instalación clandestina producía diésel artesanal o alternativo, nafta ligera o solventes y aceites tratados o combustóleo ligero. Por dicha operación policial, recuperaron 500 mil litros de crudo.

¿Qué habrá pasado con Martín Rojas? Quien sabe, posiblemente siga detenido en el gabacho y siga cumpliendo condena. Honestamente desconozco qué le pasó.

Pero meses antes de su detención hubo una tragedia que fue un parteaguas en Veracruz para el gremio periodístico: el asesinato de Raul Gibb, el 8 de abril de 2005. Un caso lamentable que, hasta hoy, se mantiene impune.

Según reportes, al director de la “La Opinión de Poza Rica” lo seguían amenazando gente enviada por Martín Rojas, por sus trabajos periodísticos acerca de la gran industria de huachicol en la zona.

Mientras, ojalá que lo descubierto en Coatzacoalcos no quede todo en que apareció de la nada una mini-refinería y nadie sabía, ni vio algo sospechoso, ni tampoco se detuvo a alguien cuidando el mega-changarro.

Porque ni modo que compren las piezas en Amazon, las hagan con legos y las operen con robots a distancia, ¿verdad?

NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Que nos comentan desde el Ayuntamiento de Xalapa que el proyecto original del muro de contención contemplaba al menos dos escalones más de gaviones para reforzar la estructura que se hizo “k-k” este martes, a tres de meses de haber sido entregada y con apenas un par de días con lluvias… Algo pasó, pero dicen que para “ahorrarse” ese dinero, prefirieron cambiar el proyecto original por uno más “light”.

OTRA NOTA: Reporta el diario Milenio: “El Partido Acción Nacional (PAN) pierde más votos en cada elección, pero hay algo que sigue ganando con creces: propiedades millonarias. A diciembre de 2024, este instituto político octogenario reportó tener un patrimonio de 396.4 millones de pesos, consistente en 185 edificios y terrenos distribuidos en 124 predios de todo el país”.

LA ÚLTIMA PORQUE APROVECHEMOS LA LLUVIA PARA DORMIR: La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, destacó que el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec es un proyecto que aporta al desarrollo económico de todo el país, además de que es un reconocimiento al sureste mexicano: “Es una obra muy importante. El sureste es la zona, la región, o era la zona menos conectada, tanto para pasajeros como para carga. Ahora, el Interoceánico no solamente es una conectividad entre Veracruz y Oaxaca, sino que permite la conectividad entre el Pacífico y el Atlántico, es una alternativa al canal de Panamá. Y en la medida en que vaya aumentando la carga, en esa medida todavía se va a ir incrementando la movilidad”.