Pablo Jair Ortega/Columna sin nombre
@pablojair
+ Tío Dante dice que combatirá a la vieja política… ¡Já!
Curioso: el PRI que Yunes torpedeó
ahora es el PRI que se está hundiendo;
lleva un Yunes a la gubernatura
y también al Senado
–Chopenjanwer
Así como cimbró fuerte la noticia de que ex priistas notables y de peso anunciaron en la Ciudad de México su respaldo a Claudia Sheinbaum, en Veracruz también pasó lo mismo este miércoles.
Un grupo nutrido de ahora ex militantes del tricolor –se dice que 800– encabezados por la diputada local Anilú Ingram, decidieron renunciar también al PRI y sumarse a la llamada Alianza Progresista, el grupo que estos disidentes han formado para hacer frente a lo que califican como «El PRI de Alito”.
Horas antes renunció al mismo partido el presidente municipal de Chontla (ubicado en la huasteca), Néstor Enrique Sosa Peña; previamente, dos alcaldes del PRD, de Zacualpan y Huayacocotla, se sumaron a Rocío Nahle.
Un golpe duro para el tricolor, que hasta pierde su bancada en el Congreso del Estado.
Se entiende que estos cuadros no buscarán cargos por Morena, pero sí harán alianza y serán un factor de operación para ayudar al partido lopezobradorista en 2024.
Con esto queda algo muy claro: el PRI se le desfonda al dirigente nacional, quien en lugar de conciliar, se queda mudo, ridiculiza o resta importancia a la crisis. También se demuestra lo poco, muy poquito, muy reducido, que tiene de liderazgo pues uno de los estados más importantes para el PRI, con militantes probados, prácticamente ya lo tiene perdido.
Del “fofo” dirigente del PRI estatal, Adolfo Ramírez Arana, ni se diga: tiene el mismo brillo que una bombilla fundida, administrando sólo lo que le ordena el virtual candidato.
De paso, esa será una factura muy cara que tendrá que pagar el virtual candidato Pepe Yunes, quien no sale de su distrito y ahora hasta anda invitando a una “reunión de amigos” en Coatepec, que más suena como una fiesta de salchichas.
Precisamente esa sutil misoginia, esa evidente falta de apertura en el PRI, esa necia cerrazón, es la principal crítica que hace Anilú Ingram en su mensaje de este miércoles y que es obligatorio para el análisis.
Hizo, por ejemplo, un recordatorio del porqué entonces el PRI valía la pena como un partido para militar: “pensábamos en el bien superior; entendíamos de reglas, de disciplina, de institucionalidad; y esto era así, porque lo que estaba en el fondo era el bien común (…) Es un hecho que el PRI de ese entonces era un partido de equilibrios, de reconocimiento a la pluralidad de ideas y de formas políticas correctas; en donde además todos los grupos y expresiones tenían cabida”.
“Sin embargo ese PRI ya no existe más, ¡ese PRI se acabó! Hoy solo existe el partido de un solo hombre: el PRI del campechano Alejandro Moreno Cárdenas”, fustigó.
Y le recordó los logros al campechano: “Alito, como pide que lo apode su pandilla política, es el hombre que logró lo que hasta hace poco parecía imposible: perder la mayoría de las gubernaturas que teníamos (…) logró que casi todos los gobernadores que concluyeron su encargo abandonaran su militancia; logró que cientos de militantes distinguidos se sintieran desplazados; logró salirse con la suya al crear una narrativa de una nueva clase política priista; y sí, una nueva clase política integrada por 2 veintenas de personas, que, por cierto, administran desde hace 4 años las derrotas del PRI”.
Y señaló: “Alito es el principal enemigo para México; y todos, a la mala, lo hemos ido aprendiendo, de hecho, lo digo con firmeza y convencida de ello: es el único y verdadero esquirol de la política actual”.
El pasado 24 de noviembre, Anilú Ingram ya había descalificado el proceso para elegir al virtual candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz: “es un procedimiento cerrado, en lo oscurito, que no toma en cuenta las voces de los partidos coaligados (…) Y lo que es peor: no contempla a la sociedad civil organizada”, subrayó.
“Tomé la determinación final de no participar en esta mesa donde se repartirán la candidatura a gobernador y las posiciones plurinominales de mi partido. Decidí no estar para no formar parte de una farsa de decisión tomada y avalarla solo por mi propia conveniencia”.
Por lo anterior, Anilú (otra vez ese machismo patente del rancho “San Julián”, en Perote) fue blanco de ataques hacia su persona, en lugar de buscarla para dialogar.
Finalmente, con las circunstancias locales —más lo ocurrido en la Ciudad de México— la joven legisladora decidió renunciar junto a varios militantes: “porque yo, y porque nosotros, en el PRI de Alito, ¡no nos quedamos!”.
Habló hasta de la desaparición del PRI: “Alito ha desdeñado a las bases y a los sectores, lo que en su momento permitió que el PRI trascendiera; por lo que parece inevitable la extinción de este partido”.
Y remató: “Siempre lo he dicho: es momento de las mujeres: y es momento que México, sin duda, va a llevar las riendas de manera atinada, de manera comprometida, de manera sensible, la doctora Claudia Sheinbaum; sin duda, también en Veracruz, tendremos la primera gobernadora con Rocío Nahle”.
Costoso, muy costoso le saldrá a la alianza estas bajas, por más que lo quieran minimizar.
Parece mentira, pero el PRI sigue siendo una pesada, muy pesada lápida para la alianza.
NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Es bastante gracioso cómo en Movimiento Ciudadano quieren hacerse lucir como la nueva opción dejando entrever que será Dante Delgado el candidato a la Presidencia de México para disque combatir a la vieja política… ¿A poco ya se les olvidó que Tío Dante nació, se forjó y se enriqueció precisamente en esa vieja política cuando fue parte del PRI?… Lo anterior recuerda al capítulo de Los Simpsons donde el señor Burns se disfraza de estudiante para robarle un pozo petrolero a la escuela primaria de Springfield; en verdad, toda una grotesca caricatura naranja.