Atrae FGR asesinato del padre Marcelo Pérez
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de agosto de 2016.- El Partido Revolucionario Institucional está pagando por la corrupción de priistas que hoy desempeñan cargos, pues en las elecciones del pasado 5 de junio en algunos estados que se perdieron ni la militancia tricolor votó por el PRI, indicó el secretario Técnico del Consejo Político Nacional del Comité Ejecutivo Nacional del tricolor y exgobernador de Quintana Roo, Joaquín Hendricks Díaz.
Sin Embargo informa que el líder priista señaló que el incumplimiento en los estados a las “formas” en la selección de candidatos motivó el “desastroso” resultado en el que perdieron incluso cuatro entidades: Durango, Tamaulipas, Veracruz y Quintana Roo, que no habían perdido en toda su historia.
Consideró que “si bien es cierto que las elecciones de 2016 fueron un fracaso para el PRI, hay que reconocerlo, podemos tener una recuperación en las elecciones del 2017, y si hubiera esa recuperación estaríamos en condiciones de ser competitivos al grado de poder retener la Presidencia de la República”.
Mencionó que definitivamente la derrota del partido no se esperaba, “aun cuando las circunstancias se veían complejas, la verdad es que el resultado sorprendió a la mayoría de los priistas y creo que, en general, a la opinión pública nacional. Se veía difícil el proceso para el PRI, pero no para tener un resultado tan desastroso como finalmente se tuvo”.
Hendricks Díaz expuso que factores de dicha derrota fueron muchos, “uno que nos ha pesado muy seriamente, muy gravemente, es el tema de la corrupción. Hay, dentro de las responsabilidades públicas a cargo de priistas, errores, hay omisiones muy graves que nos parece que contribuyeron a que el PRI demeritara su imagen ante la opinión pública”.
Agregó que también hubo errores en los procesos de selección de candidatos, los cuales se “deben de cuidarse mejor; dentro de los aspirantes a los diversos cargos de elección popular hubo mucha inconformidad. Se esperaba el cumplimiento de algunas formas en la definición de las candidaturas y, desde el punto de vista de las diferentes entidades donde se vivieron los procesos, no se cumplieron”.
Explicó que en el planteamiento que hacen algunos priistas de suspenderle garantías a los gobernadores César Duarte Jáquez, de Chihuahua; Javier Duarte de Ochoa, de Veracruz; y Roberto Borge Angulo, de Quintana Roo, “habría que hacer un análisis muy objetivo. No hay que juzgar anticipadamente pero tampoco podemos desechar denuncias que se nos presentan por parte de la militancia”.
Dijo que obviamente hubo un voto de castigo y lo “percibimos en el caso de Veracruz, donde percibimos también ese rechazo. Donde no había señales claras de que eso podía suceder fue Chihuahua, por ejemplo, y sucedió”.