Falta de empleo en Jamapa, el principal problema
XALAPA, Ver., 14 de octubre de 2016.- Es abismal la diferencia que hay entre la mujer rural y la mujer de ciudad, y no hay para cuándo pueda resolverse el problema porque no se han tenido los gobiernos que atiendan al sector del campo a fin de que las mujeres tengan un ingreso más justo y sigan vendiendo sus productos de los que van a sacar lo mínimo, asegura la reconocida cocinera veracruzana Raquel Torres Cerdán.
Agregó que mientras no haya esta impartición de justicia y un mejor manejo del sector agrícola esto va seguir sucediendo.
Aseveró que el trato que se les da no es justo, en primera porque hay maltrato por parte de la autoridad, pues a cada una en cierto momento las han espantando o corrido de donde estén vendiendo.
«Sí he visto que los han quitando de donde ni siquiera estorban y de lo que se trata es que ellos generen un ingreso, que es mínimo y solamente les alcanza para subsistir y no da para más».
Si bien reconoció que la mujer rural es en prescindible en el desarrollo de una comunidad, no deja de lado a los hombres, pero en este momento en muchas de las poblaciones rurales de las regiones hay una ausencia de los hombres porque salen de las comunidades a trabajar para llevar el ingreso para mantener la familia, por lo que la mujer juega un papel fundamental.
«Entonces son ellas las que se hacen cargo de los hijos, de mantener el cultivo en la tierra o en la parcela, además de la educación, la comida y siempre acompañadas con otras mujeres, en las comunidades y como su nombre lo dice, las mujeres si forman comunidad, no son trabajos independientes, no hay un individualismo».
Lo anterior, dijo, es más notable en las comodidades rurales, las mujeres siempre salen acompañadas de otras mujeres, atiende en la crianza de los pequeños, siempre haciendo una actividad para complementar lo que el hombre pueda llevar. «Ella siempre va hacer una parte fundamental en el sostenimiento de la familia y de una comunidad».
Reconoció que en algunos casos no son muy justos con los hombres, al tiempo que dijo conocer parejas que según la región empiezan sus labores a las dos o tres de la mañana, justamente porque el calor a mediodía es insoportable, entonces ellos traen el producto que las mujeres llegan a vender a los mercados o a las calles.
Ahí, dijo, existe todavía una división del trabajo tradicional, que ciertamente tampoco es tan notable pero subsiste. “Ellos hacen el trabajo pesado de acarreo y las mujeres hacen lo que traen a vender”.
Finalmente, dijo que en la actualidad debemos ser muy precavidos de cuáles son los ingredientes de la zona de dónde vienen a vender, porque en estos últimos tiempos también se ha visto que muchos de estos productos son los que compran en la central de abastos y los venden aquí como si fueran de su cultivo.