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CATEMACO, Ver., 1 de marzo de 2019.- Entre danzas, música, veladoras, incienso y cantos se llevaron a cabo, en las primeras horas de este 1 de marzo, los rituales de la misa blanca y negra, en Catemaco, donde el contraste entre una y otra es marcado por el sacrificio de un macho cabrío.
En el malecón costero, los brujos blancos, liderados por José Luis Baxin Matilla, «El Ángel Blanco», se reunieron para dar un recorrido a lo largo de éste, mientras las doncellas, quienes portan collares, iban en una balsa sobre la laguna de Catemaco.
Este ritual es realizado para darle gracias a la madre tierra por estar vivos y estar presentes de nuevo en los rituales, también piden por la unidad y la armonía entre los asistentes y así generar una buena vibra, que es llevada a casa.
El brujo blanco señaló que es a través de los elementos, fuego, tierra, agua y luz que se dirige la armonía a los cuerpos de los presentes, quienes son purificados a través del incienso.
Por otro lado, en la colonia el Paraíso 2, en el domicilio del brujo mayor, Enrique Marthen Bardon, hay veladoras que forman un pentagrama para recibir a los amantes de Luzbel y rendirle un ritual a través de la danza y el sacrifico de una cabra.
Ahí, el brujo negro dio unas palabras a los asistentes agradeciendo al señor de las tinieblas, indicando que podrán tomar la sangre del animal sacrificado como ofrenda para mejorar su economía, situación sentimental o tener un amarre.