Carlos Ramírez/Indicador político
** ¿Hacer como que no nos pasó nada, no sufrimos, no perdimos en el 2020 o desde mucho antes? ¿Que no arribamos al Nuevo Año millones por el mundo, miles de nosotros por todo México, expectantes, y muchos más: temerosos, desmotivados y sin Fe alguna?
** Es presunción vana queridos Lectores: porque es innegable que venimos de un golpe fuertísimo mundial, un «coletazo», como «golpes en la vida tan fuertes…como del odio de Dios…» escribió el poeta César Vallejo en «Los Heraldos negros».
** Sí: y no hablar y menos escribir de ello, no hará desaparecer los dolores ni las incertidumbres. A la pandemia de salud por el Coronavirus sobrevino el desplome económico, la precarización laboral, la pérdida de empleos; y millones además, también perdimos a seres queridos:familiares o amigos, por el virus, por accidentes, por enfermedades largas o repentinas; pero millones de personas por todo el mundo, por México y Veracruz sin excepción, iniciamos el 2021 mostrando una fortaleza que acaso no entienden quienes nos ven «como si no pasara nada…», suele ser la crítica.
** Y en medio de esta tragedia mundial hay que decirlo: también hubo victoriosos: millones de personas por todo el mundo y por nuestro México que no sufrieron pérdidas materiales ni humanas. Conservan hoy, inicio de Nuevo Año, a sus familias intactas, sanas y estables en lo económico, y nos da mucho gusto. O libraron el contagio viral y están en su derecho de celebrarlo. Se vale.
** Porque así es la Vida: para demostrarnos una y otra vez, que si bien «las desgracias vienen juntas…» muchas veces, también hay periodos de gran bonanza, felicidad y éxito aun en medio de crisis. Si están estimados en esta situación, ya saben que son afortunados. Y son los menos.
DOBLARSE SIN ROMPERSE: LA FORTALEZA, ESA VIRTUD…
** De acuerdo a la Psicología, la llamada resiliencia es «la capacidad de afrontar la adversidad», todos los acontecimientos que son imprevisibles en nuestras vidas, pero también los que impone la vida misma: vejez, soledad, enfermedad y muerte.
** Desde la Neurociencia se define a las personas resilientes como las que tienen mayor equilibrio emocional frente a situaciones de estrés, las que soportan mejor la presión de todo tipo: en suma, las que muestran entereza. ¿
** ¿Y qué es la entereza?, pues era considerada desde el Medioevo de la Humanidad occidental como una «virtud» y Dante Alighieri en su obra referencial «La divina comedia» la citaba como una de las «cuatro virtudes Cardinales: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza…»
** Capacidad o virtud, estimados, es bueno comprender que la fortaleza o resiliencia que no es para nada un término «nuevo» ni «de moda» también de puede adquirir por hábito: por auto conocimiento, por experiencia propia y por mero instinto de sobre vivencia no solo individual, sino colectiva. Si algo más nos enseñó dolorosamente el 2020, es cuánto nos ayuda un abrazo, un beso, la toma, el toque o el roce de las manos.
SEAMOS MÁS SOLIDARIOS, LA PANDEMIA NO HA TERMINADO Y AUNQUE HAY VACUNA, EL VIRUS PERMANECE…
** La resiliencia es pues, la capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse, dicen los expertos, luego de experimentar alguna situación inusual o inesperada.
** No es que pretendamos ser invulnerables: finalmente resiliencia es una palabra que se retoma para la Psicología desde por lo menos 1990, de la resistencia de los materiales: aquellos que se pueden doblar y recuperar su forma. O tomar nuevas. Eso es en esencia el ser resiliente.
** La wipipedia consigna: «El psiquiatra y psicoanalista Boris Cyrulnik divulgó este concepto que extrajo de los escritos de John Bowlby. Es un término que se toma de la resistencia de los materiales que se doblan sin romperse para recuperar la situación o forma original. Por ejemplo, un arco que se dobla para lanzar una flecha o los juncos bajo la fuerza del viento. Cuando un sujeto o grupo es capaz de hacerlo, se dice que tiene una resiliencia adecuada y puede sobreponerse a contratiempos o incluso resultar fortalecido por estos…»
** Acaso muchos de nosotros Lectores, tuvimos ejemplos de fortaleza desde nuestra Niñez temprana y simplemente hay que recuperarla de nuestra Memoria.
** Yo recuerdo por ejemplo, que de niña mi papá sonriente nos decía a mis hermanos y a mi: «firmes, aunque no marches…» cuando acaso nos veía llorar por algo. Y nos lo siguió repitiendo ya de jóvenes después de escuchar nuestros avatares iniciales con el mundo. Era como «una broma» familiar, pero también, de fondo, lo comprendí años después, una enseñanza: él y mamá, nunca se quejaron de nada, delante de nosotros. Nos evitaron cuanto pudieron, hacernos partícipes de sus miedos o dificultades, que por supuesto habrán tenido como matrimonio y como padres.
** Esa es la mejor enseñanza: la que se imparte con ejemplos, no con discursos, sermones o regaños.
** Tratemos en este 2021 queridos, ser más resilientes y por lo mismo, mas solidarios y amorosos.
** Que el 2021 nos venga muy saludable, abundante de recursos y proyectos que podamos concretar. Abrazos a todos.