Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
LAS BOMBAS DE LA AUSTERIDAD…
** Hay una Realidad innegable en todo el país por estos días, de la que no escapa Veracruz: no hay Dinero Público para nada, vamos: ni para Pagarles a los empleados del Gobierno de la Cuarta Transformación.
** Claro: los del “primer círculo” ni se inmutan. Ellos sí viven “la austeridad” de otra forma.
** Pero es “Secreto a voces” o realidad apenas asimilable con el pasar de los días, las semanas, los meses, ya entrados al medio año del Gobierno de Cuitláhuac García, y lo real tangible, indiscutible, es que: no hay Dinero, no lo sueltan, lo han hecho “sudar” en espera, como en la Federación, de aprobar el Plan Nacional de Desarrollo, y de ahí: la aprobación de los planes en los estados y “dispersar” como dicen, los Recursos, pero, pero…
** Será “a cuenta gotas” dicen los “gargantas profundas” que todavía merodean este sistema que oficialmente se presenta como de la “transformación”.
** Pero, el gran pero, es que no hay Dinero y se acaban los Programas ya avanzados de dependencias federales en Veracruz: se agotan las esperas y las Paciencias. Empleados por ejemplo, de la Secretaría “del Bienestar” aguantan cada vez menos callados: no les pagan desde diciembre.
** Y así en el resto. Cobra fuerza la versión entre ellos mismos, que el Dinero Público el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador lo destinará a sus programas “estrella” sin importarle nada más: aeropuerto, tren “Maya” y la refinería principal.
** En reuniones, en estos 6 meses, los “delegados federales” lo han empezado a admitir casi entre dientes con sus subalternos: no habrá Dinero para continuar programas, sostener investigaciones, el fluir de viáticos y presupuestos menores. Golpea a todos, a las dependencias, a los sectores.
** Y a la par, los despidos de trabajadores “de confianza” y las reducciones de Sueldos que golpearán a futuro inmediato las Pensiones y las Jubilaciones. Tan sólo en Comunicación Social del Gobierno del Estado por ejemplo, nunca, ni en el bienio pasado del PAN que tuvo como jefe a Elías Assad que sólo se embolsó el Presupuesto de CS como corresponde a uno que no es periodista ni entendió ni quiso, comprender al Gremio y los Medios de Comunicación; sólo abogado al fin, se arremetió tanto, como ahora con MORENA, contra los trabajadores de la Comunicación con años de antigüedad, a quienes redujeron cientos y miles de pesos, de sus modestos Salarios.
** So pena de irse, los colegas del área oficial de Medios del Gobierno de Veracruz, han aguantado callados: para ellos no hay Solidaridad alguna, ni ayuda posible: el bisoño titular de Comunicación acaso salió de la carrera y su único mérito es conocer al hoy Gobernador Cuitláhuac. Porque en el gremio y antes de eso, nadie le conoció ni la cara, ni una nota publicada. Si manda “boletines” 6 o 9 horas después de ocurrido un suceso, como anteayer con la tragedia de Maltrata con sus 22 muertos al hilo, se entiende que no haya empatía con el equipo que encontró ahí. Boletines tardíos: Imperdonable en un periodista medianamente fogueado.
** Quizá por eso dicen que el comunicador oficial del Gobierno de Cuitláhuac se la pasa ejercitándose por la noches en un gimnasio “fifí” de un exclusivo barrio en Xalapa: desde las 7.30 llega el “señoritingo” diría el hoy Presidente, a echar “rostro” y “pecho” en los aparatos, y son las 9 y a veces las 10 de la noche, y ahí sigue: “y no se le ve echarle ni un vistazo al celular en todo ese tiempo…” dice un asombrado asiduo al mismo sitio. No le cabe que el vocero del gobierno estatal se “desconecte” todas las noches de esa manera. Ni nosotros.
** Y así ha sido en el resto de dependencias, oficinas, delegaciones: al no haber recursos, la mayoría hace como que cumple y como que trabaja. La preocupación cunde: he visto gente desesperada replanteando toda su vida laboral. “No hay condiciones” repiten.
¿Y QUIEN PONE LAS BOMBAS?
** Tardarán en saber los del gobierno del Presidente Andrés Manuel, quien hoy pisa Coatepec y mañana sábado Veracruz y Boca del Río, quienes son los que han enviado “bombas” que no han explotado, y acaso ni lo sean, pero han armado alboroto en el Senado y ahora en el complejo petroquímico de “Pajaritos” en Coatzacoalcos, que ayer tuvieron que evacuar. Aunque después dijeran, oficialmente, que fue “falsa alarma”.
** Y decimos que tardarán en enterarse porque la “austeridad” mal entendida por muchos en el gobierno de la 4ª Transformación, acabó de paso con toda la estructura de informantes, en un incomprensible lance del propio Presidente: porque él como político, y todos los Lectores medianamente informados, saben que el “espionaje” es necesario; la información “interna” de un Estado para eso sirve: para controlar y desarticular, desde el Gobierno, a los enemigos: que en este caso no se lea “opositores políticos”, sino Criminales de todo tipo.
LECTURAS RECOMENDADAS A LOS DE LA 4 TRANSFORMACIÓN…
** Leer salva, educa, reeduca, estimula, enseña, revela. Aquí algunas obras literarias que reducirán “la curva de aprendizaje” de los del Gobierno de CG en Veracruz. De nada.
“Bebió de su vodka doble, antes de volver a la carga:
_¿Y tú eres periodista corrupto o simplemente tienes precio?
_Yo soy periodista veracruzano.
_¿Pero le atoras o le sacas a la lana?
_Me rijo estrictamente por la ley Arteaga.
_¿Y cuál es la ley Arteaga?
_”Lana que no te corrompa, agárrala”.
_¿Y cómo sabes si no te corrompe?
_No sabes.
_¿Entonces la agarras o no?
_Sólo si no te corrompe.
_¿Y este genio Arteaga quién es?
_Es un reportero de Excélsior. Es el autor del aforismo universal que dice: “No hay crudo que no sea humilde, ni pendejo sin portafolio”.
Hice una pausa y pregunté:
_¿Y tú?
_¿Yo qué?
_¿Le atoras o le sacas?
_¿A qué?
_¿Eres esposa fiel o esposa a secas?
_Yo siempre he sido esposa húmeda…”
(“Morir en el Golfo” de Héctor Aguilar Camín. Editorial Planeta, México, 2007).
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“¿Qué sabía ella de él? No mucho más que el resto de los peruanos, por lo demás. Que había sido un cadete y un oficial oscuro del Ejército, hasta el golpe militar del 3 de octubre del año 1968 del general Velasco Alvarado, cuando pasó a ser ayudante del general Mercado Jarrín, encargado de las Relaciones Exteriores en el gobierno de facto. En ese cargo estaba cuando el Ejército descubrió que espiaba y pasaba secretos militares a la CIA. El régimen de Velasco, que presumía de socialista, había estrechado sus relaciones con la URSS, la que se convirtió en esos años en la primera abastecedora de armamentos para el Perú. El entonces capitán de artillería fue detenido, enjuiciado, condenado, expulsado del Ejército y encerrado en una cárcel militar. Mientras cumplía condena, estudió Derecho y se graduó de Abogado. De esa época le venía el apodo de El Doctor…”
(“Cinco esquinas”, de Mario Vargas Llosa. Editorial Alfaguara, España, 2016) .