Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
Juan Javier Gómez Cazarín*
Escribo esto todavía extasiado de emoción por el enorme triunfo de mis Águilas del América, que nos regalaron la felicidad de su copa 14.
Ya, de por sí, estaba yo muy animado por la otra gran noticia que tuvimos el fin de semana: que tuvo lugar el primer viaje de pasajeros del Tren Maya en su primera etapa, de Campeche a Cancún, pasando por Mérida.
El presidente Andrés Manuel López Obrador lo inauguró el viernes y el sábado ya hubo personas del pueblo haciendo el histórico viaje a través de la Península de Yucatán.
Como era de esperarse, en menos de tres milésimas de segundo ya había derechistas malquerientes de la 4T echándole tierra, quejándose por tonterías, por ejemplo: que en la cafetería de a bordo se terminaron antes de tiempo todos los alimentos que había a la venta. Como si por ello, un error de cálculo que, seguramente, ya se corrigió, pudiéramos declarar el fracaso absoluto e irremediable del proyecto.
A ver: estamos hablando del primer tren de pasajeros en México desde que en mayo de 1950 se inauguró el tren de Coatzacoalcos a Campeche (otra vez Campeche). También, el primer tren construido por el Estado Mexicano desde que Ernesto Zedillo privatizó en su sexenio casi toda la red ferroviaria que al país le había tomado muchas décadas construir.
El 31 de diciembre se abrirá al público la segunda etapa del sistema, de Cancún a Palenque, para completar la ruta por esta parte del país.
Estoy seguro de que el Tren Maya se convertirá pronto en una opción de movilidad, barata y segura, para las personas de la Península y de una parte de Tabasco y Chiapas, en una época en la que las comunicaciones por carretera parecen estar a las puertas de una etapa muy complicada por la saturación del tránsito.
Y así como el tren inaugurado en 1950 modificó para bien todo el esquema del flujo comercial en la segunda mitad del siglo XX en México, el Tren Maya será un legado de Andrés Manuel para el México del siglo XXI.
Ya nomás es cosa de que surtan más refrescos, café y papitas en la tienda, para que los derechosos no tengan pretexto de quejarse.
Pronto habrá otro tren de pasajeros: todavía no tengo mi boleto para cruzar el Istmo de Tehuantepec en el Ferrocarril Interoceánico que también inicia operaciones el viernes de esta semana, pero espero hacer ese viaje tan pronto como pueda. Los mantendré informados.
*Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Veracruz.