José Ureña/Teléfono Rojo

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Todos los partidos lo saben:

Vienen desprendimientos en todas las fuerzas políticas.

Consecuencia natural de una militancia sedienta de espacios y permeabilidad para coronar los esfuerzos realizados a lo largo años –a menudo de la vida entera- en pos de una posición.

Y hoy, de golpe, ven frenadas sus ambiciones.

El frentazo es generalizado:

En el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) todo mundo conoce la regla única: es propiedad de Andrés Manuel López y como amo distribuye a placer suyo –con la venia de su hijo Andy- las candidaturas.

En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) porque el externo -o ciudadano- José Antonio Meade tiene libertad para estructurar el equipo de postulaciones a todas las posiciones federales.

Y en el tercer bando no hay alternativa:

Acción Nacional (PAN) ha atado su potencial a las exigencias del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) con el acuerdo suscrito por Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante Delgado.

En ese pragmatismo de reparto de cuotas la militancia queda desplazada.

COQUETEOS DE MORENA A MANLIO

De todas las fuerzas, donde se esperan mayores desprendimientos es en el PRI.

Hay resistencia de varios grupos a aceptar la asignación de candidaturas a senadores, diputados federales, diputados locales, gobernadores, alcaldes y regidores.

Ahí está la pepena.

Quien más identificados tiene a los posibles disidentes es el partido propiedad de Andrés Manuel López, cuyos operadores trabajan con frenesí para atraer a líderes reales de cada distrito, municipio o estado.

Los hay en todos lados.

Pero en quien tienen mayor interés por ser figura nacional es en Manlio Fabio Beltrones, cuyo nombre no requiere presentación: ex subsecretario, diputado, senador, gobernador, presidente del PRI…

Lo codicia Morena porque, supone, tras él se irán los desplazados por el gobierno actual y por quienes manejan la campaña priísta, forma simple de referirse a Enrique Peña y José Antonio Meade.

No hablamos de coqueteos de personas simples, sino de figuras como la presidenta Yeidckol Polevnsky y Ricardo Monreal, quienes reconocen sus virtudes, su liderazgo, su capacidad de operación…

Y su abandono por la ruin persecución política con la justicia como brazo operador desde el gobierno de Chihuahua.

Es obvio: ni Polevnsky ni Monreal se mandan solos.

Siéntese a esperar los resultados.

BREVE ACTO PARA UNA LARGA VIDA

Vaya forma tan simple de conmemorar 75 años de vida.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) celebrará sus popularmente llamadas Bodas de Diamante con la emisión de un billete de la Lotería Nacional (Lotenal).

-¡Qué distinción! Estamos de fiesta –me dice al momento de la invitación al acto de las 20:00 horas el director Eugenio Garza Riva Palacio, anfitrión este viernes del director del Instituto, Tuffic Miguel.

Habrá discursos, obvio, pero Tuffic Miguel se guardará el discurso y los logros recientes para fin de mes, cuando fuera de la capital se hará el acto oficial del organismo protector de 74 millones de mexicanos y un nuevo horizonte financiero.

Tras estar al borde de la quiebra en 2012, tiene un superávit cercano a los 15 mil millones de pesos y sigue una inversión millonaria en hospitales, equipo y mejoramiento del servicio.