Ruperto Vázquez Ovando/Opinión en línea
· Dos golpes judiciales al presidencialismo
· Sincronía desde diciembre de 8 ministros
· Los múltiples negocios de Delfina Gómez
Es la autonomía, decíamos ayer.
Y esa autonomía de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) comenzaron a ejercerla los ministros el 30 de diciembre pasado.
Ese día se reunieron ocho ministros
El tema era la elección del nuevo presidente o presidenta, sucedáneo o sucedánea de Arturo Zaldívar, tan entregado a Palacio Nacional.
No hace falta mencionarlos.
O mejor dicho, vale la pena citar a quienes no fueron convocados a aquella reunión: Arturo Zaldívar, Loretta Ortiz y Yasmín Esquivel.
Ellos votaron ayer por la militarización.
Son los lópezobradoristas, por si hace falta definirlos.
¿Qué analizaron en aquella ocasión?
Lo dijimos ayer aquí: la anómala situación porque quien había concitado apoyos, Yasmín Esquivel, era muy cuestionada por los medios.
Se vería mal, coincidieron, si era elegida presidenta de la Corte y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) a pesar de las dudas sobre su tesis profesional.
Pese a todo, concluyeron, esperarían la mañana del 2 de enero, previo a las votaciones, para valorar quién debía ser el o la nueva presidenta.
ROSA ICELA ES MANO
Ese bloque actuó ayer unido.
Juntos los ocho ministros anularon la decisión presidencial, avalada por el Congreso de la Unión, de someter la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Merecen mención: Jorge Pardo Rebolledo, Alberto Pérez Dayán, Ana Margarita Ríos Farjat, Juan Luis González Alcántara, Javier Laynez, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Luis María Aguilar.
Ellos siete y por supuesto la ministra presidenta, Norma Lucía Piña Hernández, cuya hidalguía fue destacada el 5 de febrero en el Teatro de la República cuando se mantuvo sentada al arribo presidencial.
Esta condena a la militarización de la seguridad pública es un golpe severo a la estrategia lópezobradorista y lo obliga a cambiar el plan de fondo.
Hoy en la mañanera habrá indicios del nuevo rumbo, pero parece natural la reacción: designar mandos civiles con militares en la Guardia Nacional como decía Giuseppe Tomasi di Lampedusa:
-Cambiar para que todo siga igual.
En todo es mano Rosa Icela Rodríguez.
Ah, pero hay otra medida judicial profunda: la misma Corte modificó el lunes el Código Militar para prohibir a la justicia militar la realización de espionajes y cateos.
Lo dicho ayer: el Poder Judicial reivindica su independencia y la Constitución
LA COLA DE DELFINA
Qué cosas.
El debate de candidatas a gobernadora del estado de México entre la priísta Alejandra del Moral y la oficialista Delfina Gómez se llena de polémica previa.
La morenista intentó sin éxito posponer ese encuentro, pero en tanto se han difundido sus malos movimientos y sus diezmos en el ayuntamiento de Texcoco y en la SEP.
Todavía ayer circulaban datos sobre cómo empresas fraudulentas relacionadas por Segalmex en tiempos de Ignacio Ovalle Fernández también fueron contratadas en Educación Pública por Delfina Gómez.
La lista es larga: Ovaide, Aurus Novel Total, Imago Centro de Inteligencia de Negocios y Gurges Implementación de Negocios.
Les asignaron más de 341 millones de pesos, amén de compañías de outsourcing -prohibidas desde Palacio Nacional- por más de 295 millones.