
Carlos Ramírez/Indicador político
AJUSTE EN NISSAN
NO ES UN CIERRE
La fábrica de Nissan más antigua en México (Planta Civac) fue inaugurada en 1966 e instalada en Cuernavaca, Morelos, y cesará operaciones en marzo del próximo año para trasladarse a las instalaciones que tiene esta marca japonesa en Aguascalientes.
El anuncio en ese sentido implica que habrá una mudanza y no un cierre, y todo dentro del plan y ajuste global que Nissan ha venido realizando en el mundo de su infraestructura automotriz.
Coloquialmente puede decirse que Nissan se habrá de ir de Morelos a Aguascalientes, más no de México. Y es que la compañía ha informado su decisión, siendo parte de la estrategia “ReNissan” y en busca de optimizar sus operaciones a nivel mundial.
Esto mismo lo han hecho en Argentina, Japón y la India, pero en México se entiende que no es un cierre, sino un cambio de domicilio con ampliación de operaciones en la sede que hay en Aguascalientes —por cierto, la más grande de la marca en América Latina—, así que la producción en Morelos cerrará fiscalmente en 2025 y este proceso concluirá en marzo de 2026.
Nissan México sostiene que esta mudanza les permitirá una mayor eficiencia, competitividad y ser sostenibles en el mercado, pues buscan en la armadora reducir su capacidad global de producción de 3.5 millones de unidades a 2.5 millones de vehículos, en medio de las altas presiones por las políticas arancelarias del gobierno de Estados Unidos y la turbulencia financiera que enfrenta la armadora nipona. Esto mantendrá una tasa de utilización de las plantas Nissan del 100 por ciento, al reducir de 17 a 10 sus sitios de producción en el mundo, y México sigue vigente a diferencia de otros países donde han cerrado por completo.
La transición de Morelos a Aguascalientes será en las mejores condiciones posibles, buscando siempre mantener una relación respetuosa con los empleados afectados —han expresado ejecutivos de Nissan— en busca de que sus operaciones comerciales se mantengan.
La empresa nipona comunicó hace unas horas que en el primer semestre del año, en México, tuvo una producción de 340,530 vehículos entre sus plantas de Aguascalientes y la de Morelos, lo cual representó una ligera alza del 0.3 por ciento, mientras que sus exportaciones cayeron un 4 por ciento, a 228,974 autos.
DE SOBREMESA
Las presiones arancelarias de USA podrían provocar acciones similares de otras fábricas automotrices, y aquí valdría la pena que la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), que preside Don Rogelio Garza, salga a fijar una posición al respecto.
Y es que Nissan no se está yendo de México; se entiende que hizo un ajuste en su producción, inclusive trasladó de Argentina algún producto a nuestro país, y está haciendo ajustes en su footprint general, pero no se ha ido ni se va a ir. “Ni Ford se ha ido ni nadie. Ninguna empresa del renglón automotriz se ha ido de México”, aseguró el presidente de la AMIA.
UN CAFÉ LECHERO LIGHT
Por cierto, el cierre y mudanza de la planta de Nissan en Morelos traerá preocupación y tristeza por la pérdida de empleos y el impacto económico en la región de Cuernavaca. Se espera que la gobernadora Margarita González Saravia busque llevar nuevas inversiones y poder reubicar a los empleados y familias afectadas.
UN CAFÉ CON PILONCILLO
Fuentes de organismos privados en Morelos aseguran que la salida de Nissan significa la pérdida de 3 mil empleos directos y una cantidad significativa de empleos indirectos, que de no controlarse pueden pasar de una preocupación entre la comunidad a marchas y expresiones en las calles.
Y es que esta mudanza con reducción implica una pérdida de más de 800 millones de pesos anuales en la masa salarial y una derrama económica indirecta superior a los mil 500 millones de pesos, que ahora no sucederá.
¡ES CUANTO!