
José Ureña/Teléfono rojo
Partamos que son dos conceptos de la ciencia política: «la gobernabilidad» y «la gobernanza».
Y también aceptemos que tienen puntos de contacto, aunque con un origen y cobertura diferentes.
El primero de ellos es el centro organizador de la vida social y una parte fundamental en la estructura del Estado, dicho de otra forma, esa es «la Gobernabilidad». Y el segundo, son todos los diferentes organismos, entes y actores que conforman el cuerpo social y sus redes de articulación y acción, dicho de otra forma, «la Gobernanza».
Y es ahí donde convergen y representan para las políticas públicas,- entendidas estás como resultados y modos de actuación de gobierno,- los actores no estatales y junto con el diseño institucional del Estado Mexicano y en las Entidades Federativas – Veracruz – pero sin descontar a los Cuerpos Edilicios en conjunto.
El diálogo político tiene sus características y formas de negociación distintas, según niveles de las organizaciones y movimientos sociales, así como, los acercamientos entre partidos políticos – empezando por quien tiene el poder y quien lo opera – y los grupos opositores. Así es el método que lleva a enfrentar y solucionar problemas e incluso, por muy candentes que sean, incluyendo momentos de alta tensión.
«Las diferencias de enfoque político no deben confundirse con diferencias personales». Y es que aún en las diferencias, los acuerdos se dan, existen y se necesitan para justamente lograr la gobernabilidad con gobernanza y de ese modo también, los equilibrios necesarios.
Cuando hay una etapa tan sensible como los cambios de puestos claves, las estructuras tienden a procesar ajustes.
Ahora se juntan, los Ayuntamientos, Poder Judicial Local y Federal, algunos Organismos Autónomos, reformas legales en el terreno del Poder Legislativo, acomodos y reacomodos en dependencias y entidades públicas del sexenio que recien inició, y todo eso y más lo que se acumule, tiende a mover el tablero oficial en estos tiempos, y por si fuera poco nunca falta «el Pelotón Chiflado» que busca intervenir y hasta participar creando chismes, rumores e intrigas que confunden y provocan un caos innecesario, filtrando e informando líneas que solo muestran, demuestran y confirman que cuando hay incapacidades, las relevan con puras falsedades que deslizan en algunos medios y redes sociales.
La figura y responsabilidad del Secretario de Gobierno Ricardo Ahued, de manera total y plenamente coordinada con los actores aliados y afines a la gobernabilidad y gobernanza, no sé ve que reullan a las horas y días que demandan dormir poco, viajar mucho, comer mal y fuera de horarios ante la abultada y no menos compleja agenda politica en Veracruz.
Los instantes de inseguridad y violencia que se han presentado, si bien es cierto llevó a revisar la actuación institucional y requerir el apoyo del gobierno de la República, la conjunción de esfuerzos suma voluntades y acuerdos para resolver asuntos que tiendan a evitar que la población se sienta vulnerada e intranquila, pero tampoco estamos en un colapso social como hay quienes pretenden asegurarlo.
DE SOBREMESA
La posición y declaraciones de Ricardo Ahued en días recientes, deja claro que existe plena capacidad en relación al estado de equilibrio en el ejercicio del poder político derivado de la solución de demandas sociales con atención a una forma eficaz, estable y legítima en torno a la gobernabilidad en Veracruz, y que incluye al orden federal en territorio local de manera coordinada, con respeto a derechos humanos de la población en caso de aplicar métodos de fuerza que demanden la tranquilidad.
UN CAFÉ CON PIQUETE
Por cierto, no habrá que descartar ajustes en algún momento en ciertas áreas como turismo y cultura – entre otros sectores – como ha dicho la Ingeniera Rocío Nahle en varios momentos.
«Los fusibles» existen, en la actividad política y la administración pública y se utilizan cuando hay quien no se atreva a renunciar a su cargo, pero el cambio alivia el alto voltaje social.
Detrás de estas decisiones, siempre operan reglas informales que se explican aunque sean por razones de origen diferente; salud física o familiar, deseos de crecer, algo no se cumplió, algún desajuste de orden financiero apareció, de género, por acoso laboral o sexual, pero hay en todo caso razón o razones que dan origen a tener que renunciar o separarse.
Así pues, los fusibles sirven para asegurar la integridad de los dispositivos oficiales que se encuentran en el circuito de las instituciones y con ello, no permitir el paso de altas corrientes que descomponga el transformador.
No deberá sorprender que en breve los ajustes de recursos humanos (fusibles) lleven a los cambios necesarios.
¡ES CUANTO!