Raúl López Gómez/Cosmovisión
Ayer fue un día negro para el PRI, un partido que quedó herido de muerte tras las elecciones de 2018, cuando pasaron de la primara a la tercera -en algunas regiones la cuarta- fuerza política de México.
Acostumbrados a gobernar y controlar el poder, el PRI enfrenta la crisis más severa de su historia, de la cual parecía que podría salir avante después de una necesaria renovación, comenzando por supuesto, por la dirigencia nacional.
Pero para que esto fuera posible, la transformación debió darse en consenso con las principales figuras y personajes del partido, sobre todo por quienes aspiraban a encabezar el tricolor. Como todos sabemos esto no sucedió.
Entonces se pactaron unos comicios internos para el próximo mes de agosto, pero hay un problema, el padrón de la militancia presentan graves inconciencias, pues se ha manejado que cuenta con hasta 7 millones de afiliados, pero además ocupa el primer lugar de entre los partidos con más quejas de ciudadanos por afiliaciones indebidas.
La solicitud del INE para organizar la elección del partido era una: la depuración, solo participarían sí se contaba con un padrón de militantes actualizado y confiable.
“La mascarada para imponer a ‘Alito’ a la Presidencia ya comenzó”, advirtió José Narro Robles, en el mensaje en video donde informó su renuncia para competir por la dirigencia del PRI, partido al cual también renunció después de 46 años de militancia.
Quien también dimitió al tricolor fue la periodista Beatriz Pagés, una mujer aguerrida y congruente con sus firmes ideales y enorme lealtad política, pues asegura que el partido se esta entregando al presidente Andrés Manuel López Obrador.
No cabe duda que el PRI está perdiendo a grandes militantes, tanto Narro como Pagés son parte de los priistas de largo linaje, quienes siempre se habían mantenido institucionales, debido a su profunda convicción en los ideales y preceptos del partido.
Por su parte, Manlio Fabio Beltrones, uno de los lideres morales por excelencia del PRI, expresó vía Twitter su tristeza por la renuncia de su amigo José Narro, asimismo, aprovecho para manifestar que no se presentará a emitir su voto el próximo 11 de agosto.
La razón: el padrón irregular.
He ahí la cuestión, tanto Narro como Pagés hablan de una supuesta intervención de la cúpula priista para la renovación del partido, el ex secretario de Salud, incluso aludió a su antiguo jefe, es decir: Enrique Peña Nieto.
“Es muy preocupante el curso que tomó el proceso de elección, porque son evidentes las muestras de que existe un preferido de la cúpula del PRI Nacional, el candidato oficial de los gobernadores y de quien fue, hasta recientemente, el jefe político del partido”.
Y lo más importante del mensaje, que como ya mencioné advierte Pagés, la sospechada injerencia de AMLO en la renovación del partido, pues pone al PRI en riesgo de convertirse en un “partido satélite”. (Aunque en los hechos ya lo es, sinceramente).
Y que como en los viejos tiempos del presidencialismo priista, las decisiones del PRI las siga tomando el presidente en turno.
No cabe duda que algunas costumbres son difíciles de desarraigar.
Por último, la anécdota cómica para recordar este suceso, es el indignado tuit de la “periodista” Fernanda Familiar cuando se enteró de la renuncia de Beatriz Pagés al PRI, de risa loca pues escribió lo siguiente: “Otra renuncia… AMLO se va quedando solo con un pueblo imaginario”.
Un regalo de su estúpida inmediatez.