Carlos Ramírez/Indicador político
Principiantes, ¿de qué hablamos cuando hablamos de amor?
Coincidentemente, en el marco del 14 de febrero -Día del Amor y la Amistad-, les quiero recomendar el libro de Raymond Carver titulado ‘Principiantes’, que es la versión original del mundialmente conocido ‘De qué hablamos cuando hablamos de amor’.
Digo coincidentemente porque la idea de escribir sobre esta joya literaria viene de semanas atrás, cuando releí el cuento que da título al libro, para posteriormente ver, de nueva cuenta, la película Birdman (2014), de Alejandro González Iñárritu, que ofrece un claro homenaje al escritor norteamericano.
Intentaré abundar de manera cronológica. En 1981 se publicó el libro ‘De qué hablamos cuando hablamos de amor’ (What We Talk About When We Talk About Love, su título en inglés), que incluye el relato del mismo nombre.
Se trata de uno de los mejores trabajos de Carver, quien es considerado uno de los mejores cuentistas norteamericanos del siglo XX. Convertido en toda una estrella literaria en los años 80, murió víctima de cáncer a los 50 años de edad, en 1988.
La historia la protagonizan dos matrimonios que charlan en casa de uno de ellos, a la vez que van brindando y consumiendo una botella de ginebra. Pareciera que todo va bien hasta que sale a colación el tema del amor.
Una mujer argumenta que su anterior pareja, aunque violento, realmente la amaba. Sin embargo, su actual pareja, cardiólogo de profesión, le recrimina y le señala que con esas condiciones de violencia no se puede llamar amor, sino locura.
Así comienza una discusión sobre el significado del amor, que el médico intentará demostrar con una historia sucedida meses antes, cuando conoció a una pareja de adultos mayores que atendió en el hospital donde trabaja.
Una historia que “debería hacer que nos avergonzáramos cuando hablamos como si supiéramos de lo que hablamos cuando hablamos del amor”, les señala.
Entonces relata la historia ante la admiración y expectación de los otros tres protagonistas, mientras que las copas de ginebra, a la vez, se siguen consumiendo.
Raymond Carver es considerado uno de los mayores exponentes del movimiento literario conocido como “realismo sucio”, fue alcohólico y muchas de sus andanzas están reflejadas en sus personajes.
‘De qué hablamos cuando hablamos de amor’ (libro y cuento) es la versión mundialmente famosa que pasó por la poda de Gordon Lish, quien recortó buena parte de los textos originales que se publicaron hasta el año 2009 bajo el nombre de ‘Principiantes’ (Beginners, su título en inglés).
Principiantes
En mis manos tengo la versión en español de ‘Principiantes’, publicado en 2012 por Anagrama en su colección Compactos.
Su prólogo, firmado por William L. Stull y Maureen P. Carroll, señala que se trata del trabajo original que Gordon Lish “cercenó” en más de un cincuenta por ciento y que se conserva en la Lilly Library de la Universidad de Indiana.
“Las historias originales de Carver se han recuperado transcribiendo las palabras mecanografiadas que están debajo de las modificaciones y tachaduras manuscritas de Lish”, se añade.
Asimismo, los prologuistas agradecen la ayuda de la citada Lilly Library por facilitar el acceso a los papeles de Gordon Lish y agradecen a la escritora y viuda de Carver, Tess Gallagher, por su autorización para reproducir los textos.
En el relato original titulado ‘Principiantes’ encontramos el siguiente fragmento:
“- ¿Qué sabemos cualquiera de nosotros del amor? –dijo Herb-. Y lo estoy diciendo completamente en serio, si me perdonáis la franqueza. Porque me da la impresión de que, en el amor, no somos más que unos completos principiantes.”
No agrego más a mi recomendación literaria que finalmente va por partida doble: ‘Principiantes’ (versión original) o ‘De qué hablamos cuando hablamos de amor’ (con la edición de Lish).
Ambos relatos obligan a una profunda reflexión sobre el amor y su verdadero reflejo en la actividad cotidiana, hasta dónde nos lleva y hasta dónde lo aceptamos y consideramos como tal.
Carver –créanlo- nos va a dar con todo, nos va a sacudir, y quien ya lo ha leído no me dejará mentir.
También aconsejo el ejercicio realizado: leer el relato y después ver la película de Iñárritu, protagonizada por Michael Keaton, quien da vida a Riggan Thomson, un decadente actor que tuvo gran fama como Birdman, pero que tras sentirse acabado apuesta su última carta en llevar a escena la adaptación de ‘De qué hablamos cuando hablamos de amor’ de Raymond Carver.
Una imperdible adaptación teatral (dentro de la película) protagonizada por Michael Keaton, Edward Norton, Naomi Watts y Andrea Riseborough. Un deleite.