Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
“RAYOTE” DE ESPERANZA
Rinde frutos el viaje presidencial a Washington. En algún momento de la gira, el ingeniero Carlos Slim informó al presidente López Obrador de una estrategia para fabricar y distribuir la vacuna AZD1222 contra el Covid-19.
El fármaco, fabricado por el gigante biofarmacéutico suizo-británico AstraZeneca, junto con la Universidad de Oxford, está en la última fase de experimentación. Se espera que esté listo en noviembre.
La idea de Slim, en coproducción con laboratorios argentinos, es fabricar y distribuir la vacuna a principio del año entrante, a un costo accesible de entre 3 y 4 dólares la dosis. Se fabricarían, envasarían y distribuirían entre 150 y 250 millones del antiviral.
Superada la prueba científica, la vacuna será sometida a las autoridades médicas e inmediatamente comenzará la producción financiada por la Fundación Carlos Slim, sin fines de lucro.
Por el bien de todos, la vacuna se aplicaría primero al personal médico, a enfermos y a la población más vulnerable.
Esto lo hizo oficial el canciller Ebrard en la mañanera del jueves, con el presidente de testigo, al lado de los directivos del laboratorio AstraZeneca y Carlos Slim Domit, hijo del financiero de esta coproducción Méxicano-Argentina.
Por cierto, la vacuna también inmunizará al gobierno de la 4T en tiempos de cólera electoral. Bienvenido el negocio redondo, aplaude el inquilino de Palacio Nacional.