
CMIC Veracruz e IMSS fortalecen alianza
MEDELLÍN, Ver., 16 de junio de 2025.- La Procuraduría del Medio Ambiente del Estado de Veracruz (PMA) intervino con una visita de inspección a la zona de manglares devastada por la compañía DIGSA, que pretende construir viviendas, acabando con esa reserva ecológica declarada zona natural protegida por decreto de 1999.
Con ello, se viene abajo la intervención que Semarnat hizo en favor de la compañía DIGSA y su propietario Mauricio Barragán, otorgándole permiso y concesión por 50 años, con lo cual la compañía entró con maquinaria y camiones de volteo para devastar con las zonas de manglares, afectando de manera grave el ecosistema de lugar y con ello, a más de 250 especies endémicas de la zona.
En un primer recorrido hecho por el ambientalista Marcos Márquez, presidente de la Unión General de Renovación con Justicia y Verdad A.C., se puede observar una enorme lona que advierte que está prohibido el paso porque se trata de una propiedad privada y junto a la misma se encuentra una lona donde la Semarnat avala las acciones que está tomando la empresa DIGSA en esos humedales, bajo los permisos CGPARNO21RA1308/15 y
158/ORV/251/225.
Asimismo, se encuentra maquinaria pesada y camiones de volteo trabajando a toda prisa en la devastación del manglar del ejido «Primero de la palma», en el municipio de Medellín de Bravo.
En entrevista con periodistas, Marcos Márquez advirtió que hasta hace unos días, el ayuntamiento de Medellín les había advertido que el alcalde no había dado permisos a DIGSA para fraccionar sobre las zonas de manglares, quedando muy formales en hacer una inspección este lunes 16 de junio a las 9 de la mañana, al través del director de Protección Civil; sin embargo, de manera sospechosa este no asistió argumentando que no iba a trabajar porque tenía problemas de salud.
Marcos Márquez mencionó que se trata de hechos de corrupción a todo nivel, tanto de Profepa como de Semarnat “y ahora también parece que el ayuntamiento de Medellín está tomando partido en favor de los constructores que están acabando con el ecosistema».
La zona del ecocidio está resguardada por maleza y palmeras sembradas ahí a propósito, para impedir la visibilidad del trabajo que está realizando DIGSA con maquinaria y camiones de volteo.
Legalmente, 60 metros a partir de la orilla de la carretera, nadie puede hacer movimientos, sin embargo, DIGSA inició los trabajos de devastación a tan solo 15 metros de la orilla, y Semarnat lo ha pasado por alto.
Ante tal devastación y el contubernio con autoridades federales, Marcos Márquez fue claro al advertir que existe la posibilidad de convocar a ambientalistas nacionales y a la comunidad veracruzana, para iniciar con la movilización y detener la devastación que está ocurriendo en el ejido «Primero de la palma» del municipio de Medellín de Bravo.