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COSOLEACAQUE, Ver., 17 de enero de 2022.- A un año del crimen de Marvin Ocaña Molano, quien se dedicaba a motivar a personas con problemas de alcoholismo y drogadicción, su asesinato sigue impune.
Fue el pasado 10 de enero de 2021 que la fotografía del coach circulaba en boletines de la Comisión Estatal de Personas Desaparecidas en el estado de Veracruz.
El hallazgo de su cuerpo fue el 11 de enero por policías estatales y ministeriales sobre la autopista Cosoleacaque Nueva Teapa. La víctima vestía pantalón de mezclilla, playera azul con letras rojas enfrente, chanclas y gorra negra.
Además, el tatuaje en el tobillo derecho, la perforación en la oreja izquierda y la cicatriz con quemadura en la mano derecha confirmaban que se trataba de Marvin Ocaña Molano.
EL ÚLTIMO ABRAZO
Doña Lucia, madre de la víctima, recuerda las últimas palabras dirigidas a Marvin antes de su muerte. «Te amo mucho hijo, me siento muy orgullosa de ti», sentimientos acompañados del último abrazo días antes de ser privado de su libertad y ser hallado asesinado.
Lucia relata que Marvin fue adicto por 20 años, y ella junto con su esposo, que en paz descanse, deseaban un cambio para su amado hijo.
Sin embargo, llegó el momento en que Marvin pidió ayuda y tuvo la voluntad de ser recluido en un centro de apoyo en Veracruz, y desde entonces logró convertirse en un hombre nuevo, un buen padre e hijo.
Los seis años antes de su asesinato fue un ejemplo para la familia y jóvenes a los que ayudó a salir de la drogadicción y del alcoholismo.
Actualmente, en diferentes grupos sus padrinos y ahijados recuerdan con aprecio y cariño a Marvin y en sus reuniones su nombre prevalece aun después de la muerte.
Por otra parte, la familia Ocaña Molano ha aprendido a vivir con la ausencia física de Marvin, y la única justicia que esperan es la divina, pues la terrenal no le devolverá la vida.