Iglesia no quiere perder control de la sexualidad y creencias personales

XALAPA, Ver., 30 de enero de 2020.- Quienes se manifiestan en el Congreso también deberían defender la vida de los niños en situación de calle, de los que son abusados por pederastas y evangélicos, pues partiendo de normativas jurídicas no hay nada que debatir, porque ya lo ha dictaminado la SCJN, los derechos humanos no están a pleitesía de creencias personales, destacó Jazz Bustamante Hernández, activista lésbico-gay.

Subrayó que la manifestación por parte de grupos civiles y religiosos en contra de la reforma integral al Código Civil de Veracruz es un movimiento a base de mentiras, y al final triunfarán las normativas jurídicas.

Dijo que lo que se está gestando afuera del Congreso es un movimiento originado por la Iglesia católica y evangélica, vulnerando el artículo 130 constitucional, que separa la iglesia y el estado, “están cometiendo un delito, y la ciudadanía está aquí a base de mentiras”.

Recordó que México, específicamente Veracruz, vive un atraso de más de 20 años en cuanto a normativas jurídicas, pues el Código Civil data de 1932, por lo que no se puede hablar de un estado progresista.

Subrayó que los derechos humanos parten de un principio básico, que es el de la progresividad, por lo que las normativas jurídicas deben adaptarse a la realidad social, con más divorcios que matrimonios, y la iglesia perdiendo cada vez más feligreses.

“Tienen derecho a manifestarse, pero lo que se está gestando es un ejemplo de que la iglesia no quiere perder su bastión de poder, que es controlar la sexualidad y las creencias personales”.

Explicó que de no aprobarse la reforma al Código Civil se afectaría no sólo a la comunidad lésbico-gay, sino que se daría una imagen al exterior de un país retrógrada, con ideas arcaicas donde la iglesia sigue dominando.

“El Congreso debe mandar un mensaje claro de que no hay proceso hacia atrás, porque la reforma integral al código debe pasar, porque son normativas jurídicas y los abogados de este estado lo han repetido, hay muchos baches jurídicos, y los diputados están obligados arreglar la normativa, por lo que el panorama es positivo en todos los aspectos”.

Cuestionada sobre la expulsión de Juan Dabdoub, del Frente Nacional por la Familia, señaló que “es un abusador, misógino, quien no tiene moral ni ética”, como Arturo Segovia, “un enfermo de poder”.