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CIUDAD DE MÉXICO, 21 de febrero de 2017.- Un error de las autoridades encargadas de procurar justicia en el país le cambió la vida a Jacinta Francisco, Teresa González y Alberta Alcántara, quienes pasaron más de tres años encarceladas acusadas de un delito que no cometieron.
La Procuraduría General de la República ofreció una disculpa pública y reconoció la inocencia de las mujeres indígenas hñähñú.
“Hoy nos chingamos al Estado” dijo Estela Hernández hija de Jacinta Francisco Marcial en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología. No era una frase de satisfacción total, ya que detrás de dicha disculpa y reconocimiento de inocencia de las tres indígenas hñähñú, hubo un lapso de casi 11 años.
Las tres fueron acusadas de secuestrar a seis agentes de la Agencia Federal de Investigación, la extinta AFI, fueron detenidas en agosto de 2006 y enfrentaron el proceso sin abogado ni traductor.
El Centro Pro de Derechos Humanos las ayudó y la liberación llegó después de tres años y con intercesión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pero la Procuraduría General de la Republica (PGR) no reconoció su inocencia, que era lo que ellas demandaban. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) se negó a ayudarles, al considerar que las acusaciones eran graves.
Fue entonces que inició la búsqueda de la reparación del daño en un tortuoso proceso ante tribunales nacionales, ya que la PGR interpuso varios recursos para evitar la disculpa pública. “Lamentable y vergonzoso que la PGR reconoce de manera forzada, no por voluntad, que el caso citado fue un error”, dijo Hernández.
“No basta la reparación del daño para superar el dolor, la tristeza, la preocupación y lágrimas ocasionadas a la familia”, expresó la hija de Jacinta Francisco. Preguntó quién le iba a devolver la vida a José Luis, su hermano que se privó de estar con su mamá más de tres años y murió cinco meses después de que ella salió. Su mamá, Jacinta Francisco Marcial, también reconoció que pese a la disculpa y el reconocimiento de su inocencia, no estaba contenta.