González Sheridan, contra la violencia, misoginia y desigualdad

XALAPA, Ver., 22 de marzo de 2018.- La aspirante a la gubernatura por Nueva Alianza, Miriam Judith González Sheridan, dijo que para poder llegar a este momento en su carrera política se enfrentó con muchos obstáculos.

Mencionó que hubo quienes quisieron frenar su registro ante el Organismo Público Local Electoral (OPLE), y al ser la única candidata mujer que busca gobernar Veracruz, se ha enfrentado constantemente a la misoginia dentro de la política.

«Muchos quisieron disuadirme, me he enfrentado y me sigo enfrentando a una misoginia atroz dentro de la política», dijo, y agregó que la única vía para transformar a Veracruz es la vía pacífica de las urnas, por lo que aseguró que presentará propuestas para hacerlo, y así lograr erradicar la violencia, misoginia y desigualdad.

«Cuando tomé la decisión de buscar la gubernatura de Veracruz me imaginé como David frente a Goliat… Muchos quisieron disuadirme de esta legítima aspiración, me enfrenté y me sigo enfrentando a una misoginia atroz dentro de la política, me dijeron que yo no podía hacerlo y al dejar el partido en el que milité, por su falta de congruencia y de honestidad, me calificaron de lo peor.»

Subrayó que quiere gobernar Veracruz para terminar con la violencia hacia las mujeres, terminar con la pobreza y la marginación que viven millones de veracruzanos.

Consideró que su voto fuerte es el de las mujeres, los jóvenes y los adultos mayores, además de las maestras y maestros de Veracruz, que son los mejores de todo el país.

Añadió que en Veracruz existe un descontento generalizado contra los políticos, porque muchos de quienes debieran representar los intereses de la sociedad han terminado por traicionar sus principios, “por eso en Nueva Alianza hemos dicho que es momento de que callen los políticos y de que hablen los ciudadanos».

Finalmente, destacó que su partido se manifiesta en contra de la homofobia, el racismo, la exclusión y la marginación de los grupos vulnerables y su objetivo es desterrar para siempre la misoginia y la violencia de género hacia las mujeres que participan en política.