Gabriel García-Márquez/Sentido común

LA MEJOR VACUNA

Al iniciar la fase dos del plan de vacunación contra COVID-19 o SARS-CoV-2, vuelve a surgir entre la población la duda de cuál vacuna es la mejor, para lo cual no hay una respuesta precisa, porque según los expertos no hay vacunas buenas ni malas.

La diferencia radica en el porcentaje de efectividad de cada una de ellas. La vacuna Pfizer-Biontech (95%), Moderna (94.5%), Sputnik V (91.6), Novavax (89%), AstraZeneca (70%), Janssen (66%) y Sinovac (50%).

La eficacia de las vacunas ha sido medida por los propios laboratorios que las producen, basados en la eficacia de los antígenos que se utilizan en su fabricación, de manera que los datos se irán ajustando según sea la experiencia lograda en su aplicación en las distintas comunidades donde se apliquen las vacunas, así como la medición del tiempo que vaya a durar la inmunidad en los pacientes receptores.

VACUNA EN MÉXICO

Hasta el momento las únicas vacunas que han llegado a México son la de AstraZeneca (870 mil dosis) y la de Pfizer (766 mil dosis), es decir 1 millón 636 mil dosis.

Según informes oficiales del gobierno federal, México va a recibir 197 millones de vacunas en el 2021 y que ya están firmados los acuerdos para asegurar 34 millones de vacunas de Pfizer, 77.4 millones de AstraZeneca, 35 millones de Cansino y 51.5 millones de vacunas de Covax.

El gobierno federal afirma que hasta la fecha ya se han suministrado más de 700 mil vacunas a médicos, enfermeras y personal de hospitales, maestros de Campeche y por supuesto a los servidores de la nación.

Ya han recibido la primera dosis más de 600 mil personas.

Como se puede ver el avance es muy lento y al paso que vamos tardaremos años en recibir la vacuna.

Por cierto, ya se corrigieron los errores para el registro de los adultos mayores, todo es cuestión de entrar al portal único del gobierno y dar clic a la pestaña Registro para Vacunación con los datos a la mano de la CURP y en menos de un minuto se logra hacer el registro.  Ya luego, solamente resta esperar la llamada. Pero eso sí es otra historia de paciencia y serenidad.