Miguel Ángel Sánchez de Armas/Juego de ojos
LOS CLAROSCUROS DE LA “AGENDA 2030”
En septiembre de 2015 en la Asamblea General de las Naciones Unidas, líderes de todos el mundo adoptaron un ambicioso plan de acción global conocido como la Agenda 2030. Este plan pretende abordar los desafíos más apremiantes que enfrenta la humanidad y establece un marco para el desarrollo sostenible mundial. Es un compromiso global para abordar los desafíos más apremiantes de nuestro tiempo, pero su éxito requerirá de la colaboración y esfuerzo de todos lo que beneficiará a las generaciones futuras.
La Agenda 2030 se compone de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con 169 metas específicas que abordan desde la erradicación de la pobreza hasta la promoción de la igualdad de género y la acción por el clima. Con estos objetivos se pretende equilibrar la prosperidad económica, la inclusión social y la sostenibilidad ambiental, basados en la creencia de que ningún país debe quedarse rezagado.
17 OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE (ODS)
Entre estos objetivos de la Agenda 2030 están los siguientes:
• Fin a la pobreza: Erradicar la pobreza extrema en cualquier forma.
• Hambre cero: Acabar con el hambre, lograr la seguridad alimentaria y la nutrición adecuada, y promover la agricultura sostenible.
• Salud y bienestar: Garantizar una vida saludable y promover el bienestar.
• Educación de calidad: Asegurar una educación inclusiva, equitativa y de calidad.
• Igualdad de género: Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas.
• Agua limpia y saneamiento: Garantizar la disponibilidad y gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.
• Energía asequible y no contaminante: Garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna.
• Trabajo decente y crecimiento económico: Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente.
• Industria, innovación e infraestructura: Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación.
• Reducción de las desigualdades: Reducir la desigualdad dentro y entre los países.
• Ciudades y comunidades sostenibles: Hacer que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
• Producción y consumo responsables: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.
• Acción por el clima: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
• Vida bajo el agua: Conservar y utilizar de manera sostenible los océanos y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.
• Vida en la tierra: Proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres.
• Paz, justicia e instituciones sólidas: Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y construir instituciones efectivas, responsables e inclusivas en todos los niveles.
• Alianzas para lograr los objetivos: Fortalecer los medios de implementación y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.
LA IMPORTANCIA DE LA AGENDA 2030
Esta agenda es fundamental porque aborda los problemas a nivel nacional, pero también aquellos que trascienden las fronteras. Al poner énfasis en la sostenibilidad, reconoce que el crecimiento económico no puede ser a costa del medio ambiente ni de la equidad social. Esta agenda se enfoca en la inclusión social y la equidad, promoviendo la igualdad de género y la reducción de las desigualdades. La acción climática es un componente en la lucha contra el cambio climático, instando a los países a tomar medidas concretas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, además de que promueve la participación de gobiernos, empresas, sociedad civil y ciudadanos en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sin embargo, este es un compromiso de largo plazo que requiere de la colaboración y el esfuerzo sostenido de todos los actores, para dar algunos pasos que son clave para avanzar hacia un futuro sostenible.
Los líderes políticos deben priorizar la implementación de la Agenda 2030 y establecer políticas y marcos regulatorios que la respalden. La innovación y la tecnología desempeñarán un papel fundamental en la consecución de los objetivos, desde la energía limpia hasta la agricultura sostenible. La educación y concienciación pública serán esenciales para movilizar el apoyo a los ODS y fomentar un cambio de mentalidad. La colaboración entre gobiernos, empresas, organizaciones sin fines de lucro y la sociedad civil son fundamentales para lograr un impacto real. Sin embargo, los países deben establecer mecanismos de seguimiento y rendición de cuentas para asegurarse de que están progresando hacia la consecución de los objetivos.
VOCES CRÍTICAS CONTRA DE LA AGENDA 2030
Aun cuando la implementación de la Agenda 2030 cuenta con un amplio apoyo a nivel global de muchos gobiernos y organizaciones no gubernamentales, también hay voces en contra que representan una variedad de perspectivas y preocupaciones respetables. Los objetivos son ampliamente respaldados y considerados como un marco positivo para abordar los desafíos globales, existen grupos y fuertes argumentos que se oponen a ella exponiendo sus razones, que, aunque no son compartidas por la mayoría, ayudan a comprender algunos puntos de vista contrarios, como son los siguientes:
• Soberanía nacional: Algunos críticos argumentan que la Agenda 2030 y los ODS son una amenaza a la soberanía nacional, porque las regulaciones y compromisos limitarían la autonomía de los países y su toma de decisiones.
• Costos y carga financiera: Esta implementación puede ser costosa y algunos detractores sostienen que esta carga recae en los contribuyentes de manera desproporcionada. Argumentan que los costos asociados con la Agenda podrían socavar la competitividad económica y afectar la inversión y el crecimiento.
• Sostenibilidad económica: Los críticos se preocupan de que la transición hacia una economía más sostenible, con un enfoque en la reducción de emisiones de carbono y la conservación ambiental podría dañar a las industrias tradicionales y llevar a la pérdida de empleos.
• Influencia de actores no estatales: La colaboración entre gobierno y ONG puede ser vista con sospecha, argumentando que las ONG y otros actores no estatales pueden ejercer una influencia desproporcionada en la toma de decisiones.
• Política y polarización: En algunos lugares los objetivos de la agenda podrían ser politizados y utilizados como herramientas de confrontación política. Esto puede llevar a la polarización y al bloqueo de medidas que son fundamentales para abordar los problemas globales.
• Simplicidad vs Complejidad: Argumentan los críticos que la agenda, los objetivos y las metas son demasiado complejas y podría ser más eficaces si se simplificaran.
• Escasez de recursos para el cumplimiento: Para algunos países en desarrollo, el cumplimiento de estos objetivos puede resultar desafiante debido a la falta de recursos financieros, tecnológicos y humanos necesarios. Esto puede generar preocupaciones sobre la equidad en la implementación de la Agenda 2030.
Aun cuando estas críticas son variadas y no son la opinión generalizada, son voces que se deben escuchar y tomar en cuenta. Mientras tanto la Agenda 2030 ya ha sido apoyada y adoptada por una amplia coalición de gobiernos, organizaciones internacionales, empresas y la sociedad civil convencidos de que el objetivo es erradicar la pobreza y la desigualdad, llevar a cabo la acción climática y el desarrollo sostenible, por lo que se continúa trabajando para abordar las preocupaciones y desafíos que puedan surgir en el camino hacia un futuro sostenible. La pregunta pendiente de responder es si todos los países y comunidades están dispuestos a seguir por este camino con el riesgo de quedarse atrás por falta de capacitación o de recursos financieros para salir adelante.