David Colmenares Páramo/Día mundial de la información para el desarrollo
Luego de dos largos años de pandemia los alumnos de distintos niveles educativos regresan a las aulas de manera presencial. Ahora sí ya va en serio y los padres de familia se han comenzado a tronar los dedos para enfrentar este nuevo ciclo escolar, primero porque no saben de dónde sacar los recursos para la compra de útiles escolares y uniformes, y segundo porque de buenas a primeras la SEP le ha dado un giro al sistema educativo, de manera que los alumnos y sus padres se enfrentarán a un nuevo esquema.
Los maestros fueron tomados por sorpresa y tuvieron que participar en un taller intensivo de formación continua sobre los nuevos planes de estudio y del 2 al 6 de enero de 2023 volverán a tomar otro taller intensivo de formación continua para docentes, con los nuevos planes y programas de estudio.
El nuevo esquema escolar con base en el Marco Curricular y Plan de Estudios 2022 de Educación Básica, divide el nuevo programa en seis fases, dividiendo a los alumnos según la edad que tengan.
Las seis fases quedarán de la siguiente manera:
Fase 1. Educación inicial: dedicada a niños de cero a tres años de edad.
Fase 2. Educación preescolar: dedicada a alumnos de tres a seis años.
Fase 3. Primero y segundo de primaria: para estudiantes de seis a nueve años.
Fase 4. Tercero y cuarto de primaria: para estudiantes de nueva a once años.
Fase 5. Quinto y sexto de primaria: para adolescentes de 11 a 13 años.
Fase 6. Primero, segundo y tercero de secundaria: para adolescentes de 13 a 15 años de edad.
Además, con este nuevo esquema educativo, el idioma inglés queda establecido como lengua obligatoria en todas las fases, dividida en dos etapas. La primera para los grados iniciales de educación básica, con el fin de que los educandos se familiaricen con la lengua extranjera. Y la segunda etapa para el resto de los niveles, para el dominio básico del inglés y para que se les facilite dominar la lengua.
De manera que tanto los padres como los alumnos tendrán mucho por hacer, para adaptarse al nuevo esquema y al regreso a las clases presenciales.
TRONÁNDOSE LOS DEDOS
El tronar de dedos de los padres de familia comenzó desde el momento en que tuvieron que pagar la inscripción, aun cuando se trate de escuelas públicas, donde se tienen que cubrir montos de entre mil y dos mil pesos por concepto de inscripción más lo que tienen que dar al comité de padres de familia para el mantenimiento del plantel.
Luego sigue el tormento al llegar a las papelerías en busca de los útiles escolares, que hoy como nunca están carísimos. El desembolso que tendrán que hacer los padres será mayor al acostumbrado, toda vez que se calcula que para surtir la lista tendrán que gastar entre 5 mil y 8 mil pesos por alumno. Así que para los padres que tienen más de un hijo, el gasto será muy elevado y tendrán que acudir a la tarjeta de crédito o a los préstamos, ya que los recursos propios serán insuficientes, porque algunos, además de los uniformes y el calzado tendrán que comprar libros, mochilas y hasta equipos de cómputo.
El próximo lunes 29 es el gran día, para regresar a las aulas luego de dos años de estudiar en casa, los niños irán felices a encontrarse con sus compañeros de clase y salir de la monotonía, pero mientras tanto los padres de familia aún no saben cómo le van a hacer para surtir la lista de útiles y recorren las papelerías, los supermercados y los tianguis en busca del precio más accesible para equipar bien a sus hijos.
Hoy se extrañan y valoran los programas de apoyo que en otros tiempos sacaban a los padres del apuro como SÁCATE OTRO DIEZ, que patrocinaba año con año el Diario Liberal del Sur, para reconocer la excelencia educativa de los alumnos más destacados. Ahora, como decía un filósofo muy popular entre los niños ¿Quién podrá ayudarnos?