Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
LAS FUERZAS ARMADAS Y LAS ADUANAS
Tan mal están las cosas en los puertos mexicanos que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha decidido poner a cargo de las aduanas a elementos de la Sedena y la Marina.
La decisión fue tomada por el presidente de la República basado en el mal manejo de los puertos y la corrupción, el contrabando y la mala administración, sobre todo para evitar la introducción de drogas al país que está imparable.
Por lo visto el presidente le está dando todo el poder a las fuerzas armadas, que ya se dedican a construir obra pública, hospitales, infraestructura y hasta el aeropuerto de Santa Lucía.
La intención del presidente es renovar y limpiar el sistema de aduanas, algo que no pudo hacer Ricardo Ahued.
Por cierto, ¿ya estará enterado el secretario de Comunicaciones y Transportes de que las fuerzas armadas estarán a cargo de las aduanas en los puertos?
A CONSULTA JUZGAR A EX PRESIDENTES
Otro de los temas que el presidente tocó en la mañanera de este viernes es un asunto por demás delicado. Dejar en manos de los ciudadanos la decisión de juzgar o no a los expresidentes.
Como quien dice el presidente se lavaría las manos, porque ha afirmado que él votaría en contra; sin embargo, reitera que si los ciudadanos y las autoridades lo deciden que se juzgue a los expresidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón.
Insiste el presidente en que él votaría en contra, pero que, si el pueblo quiere juzgar a los expresidentes, pues se tiene que hacer una consulta para que la ciudadanía lo decida.
Se justifica diciendo “No soy absoluto ni tapadera de nadie, pero si el pueblo decide que se les juzgue o si la fiscalía abre una investigación contra ellos, por mi adelante”. Lo que quiere decir el presidente es que él no moverá un dedo para juzgarlos. Esto significa que podrán caer los Robles Berlanga, los García Luna, los Duarte y Lozoya, pero los Peña Nieto no serán tocados ni con el pétalo de una rosa.