
Raúl López Gómez/Cosmovisión
Aun cuando hace unas semanas todavía se hablaba del inicio de la construcción de la terminal 3 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), con el decretazo que está por expedir el gobierno federal, esta obra queda totalmente cancelada a pesar de la saturación de las actuales terminales que están en funciones (1 y 2) y que se encuentran en condiciones verdaderamente deplorables tanto la terminal uno como la dos.
Solamente se programará la remodelación de las dos terminales. En la Terminal 1 se realizarán trabajos de ingeniería en las instalaciones que desde hace tiempo se encuentran en pésimas condiciones como son los baños, luminarias junto con otros aspectos que afectan los servicios a los usuarios. En la Terminal 2 se trabajará en la corrección de problemas estructurales, fallas de ingeniería y hundimientos, además de reparación de baños y otros servicios que se encuentran con desperfectos. Sin embargo, aún no se han elaborado los presupuestos, toda vez que se espera la realización de un análisis que harán especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Mientras tanto, según el proyecto de decreto, se van a eliminar 11 operaciones por hora entre llegadas y salidas. De manera que en vez de 61 operaciones por hora solamente se autorizarán 50.
La intención del decreto es que se obligue a las aerolíneas a trasladar estos vuelos al nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), para lo cual se ofrece otorgar incentivos fiscales, que, por cierto, aún se encuentra en estudio para lograr un acuerdo con el SAT que está poniendo algunas restricciones. Asimismo, se pretende otorgar descuentos en los costos de servicios aeroportuarios y consumo de turbosina.
Con este decreto lo que pretende el gobierno federal es darle movimiento al nuevo aeropuerto AIFA, para lo cual se le enviarían las operaciones que se darán por canceladas, obligando “por las buenas” a las líneas aéreas a generar movimiento en el AIFA que hasta la fecha se encuentra desierto.
Entre las cancelaciones que se harán en el AICM están los vuelos tipo chárter y de carga, así como operaciones de vuelos oficiales y comerciales. Se supone que con estas medidas se mejorarán las condiciones de operación del aeropuerto de la Ciudad de México, así como también se evitará la saturación de vuelos. Con esto se recortarán entre el 20 y 30 por ciento de operaciones; sin embargo, estas medidas afectarán tanto a los viajeros como a las propias aerolíneas, que verán afectadas sus ganancias, por lo tanto, las empresas mandarán sus vuelos a los aeropuertos que les generen ganancias según le resulte conveniente.
Prácticamente están obligando a las empresas Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus a mandar al AIFA el 20 por ciento de sus operaciones. El presidente de la República ya se los ha pedido de manera amigable, pero al haberle “dado el avión”, tendrá que recurrir a hacerlo de manera obligatoria mediante un decretazo que se publicará en breve.