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COACOATZINTLA, Ver., 1 de noviembre de 2022.- Las plantas transgénicas, la plaga de chinahuates y las condiciones climatológicas golpearon este año a los productores de flor de cempasúchil en el municipio de Naolinco, sin embargo la tradición y la esperanza los llevan a continuar vistiendo la Fiesta de los Muertos.
San Pablo Coapan es una comunidad que se encuentra a unos pocos kilómetros de la cabecera municipal y a pesar de que son muy cercanos, en dicho sitio optaron por la siembra de la flor de los muertos y no por la fabricación de calzado.
En San José Paxtepec, otra comunidad dedicada a la flor, cinco jóvenes trabajan cortando, separando la flor buena de la que no sirve y atando unos grandes rollos con la medida de sus brazos y el infalible “tanteo”.
Bajo el sol del mediodía, los jóvenes, algunos de ellos familiares entre sí, toman el machete para cortar las flores y esperar a que la gente acuda a comprar; aunque saben que de los turistas no tendrán sus mayores ventas del día, incluso hacen énfasis en este tipo de atención: “tú solo sabes de turismo”, bromean entre sí.
Y es que este año las autoridades estatales y municipales optaron por hacer algunos eventos en la zona montañosa, tres de esos municipios reciben a los turistas con unas enormes catrinas de papel, con varios puestos de elotes en Coacoatzintla y actividades para aquellos que acuden a visitar los grandes campos naranjas llenos de flores.
Sin embargo, para el siguiente año, los cortadores y jornaleros deberán encontrar otra actividad o venta; incluso mejorar las condiciones laborales que les ofrecen los dueños de sembradíos, porque cortar por 25 pesos la hora no es redituable.
El próximo año tendremos un set fotográfico
En otro campo cercano, doña Eladia Gutiérrez Rodríguez reconoció que hubo más visitantes en la comunidad, en comparación con otros años, pero esto no significa que sus ventas incrementen, por lo que para el siguiente año su familia está pensando en colocar un set fotográfico y rentarlo.