
Ni el frío la detiene; Daniela sigue ampliando padrón de Morena en Xalapa
XALAPA, Ver.- La muerte ya había tocado a sus puertas, pero volvieron, la vida del refugiado no era para la familia, si habría de partir tendría que ser en Tierra Blanca, donde están los suyos. Desde las primeras amenazas, cuando huye a Oaxaca, y todo lo que sobrevino después, la historia de Pedro Tamayo Rosas, periodista veracruzano asesinado el pasado 21 de julio, la cuenta su esposa, doña Alicia Blanco.
¿Por qué deciden regresar?
Los primeros días cuando nos sacan de Tierra Blanca, en enero, llegamos a Xalapa. Fue muy difícil estar encerrados en un cuarto de hotel sin ver prácticamente ni los carros, difícil. Te vuelves loco en ese encierro, la verdad. De un cuarto de hotel a un restaurante; ahí mismo, comer, desayunar, cenar, encerrarse; una tele que se veía la misma programación las 24 horas del día. Los días que estuvimos ahí estaba como en repetidora, te vuelves loco ahí.
Nos reubican en Baja California, vamos, pero aunque te apoyen económicamente las personas que te están protegiendo, era difícil. Éramos muchas personas, una persona que recién dio a luz, enferma; un bebé también prematuro, había muchos gastos, entonces él como jefe de familia se deprimió, no sabía de dónde. Uno de mis hijos encontró un trabajo, una tortillería, de 4:00 de la mañana a 7:00 de la tarde por 600 pesos a la semana. La vida era muy cara, no podíamos nada; veíamos a mi nuera, recién aliviada, una mujer de dieta que tenía que comer lo que podíamos darle, yogurt y eso, con eso vivió su cuarentena.
Era muy desesperante para nosotros como familia y lo platicamos, y decidimos regresar a nuestro hogar. A fin de cuentas no era ningún delincuente, no le debía nada a nadie y decidimos regresar. Renunciamos a la reubicación; la protección aún la teníamos… incluso ese día pasaron los elementos de Seguridad Pública a firmar la bitácora.
¿Por qué la Comisión de Atención y Protección a Periodistas evalúa que hay un alto riesgo de que Pedro permanezca en Tierra Blanca?
Por las amenazas que él recibe, por eso se va… La Comisión (CEAPP) nos ha apoyado en todo, aún ahora, ellos preguntan cada semana cómo estamos, nos seguimos reportando. Ellos han estado al pendiente de todo. Cuando decidimos regresarnos les avisamos. Aun cuando el maestro Geiser y todos los demás nos dijeron… aparte de su cargo se volvieron excelentes amigos, excelentes seres humanos. Nos decían “no regresen”.
Por eso Pedro en una semana baja más de 12 kilos. Entonces yo le dije “sabes qué, nos da igual, de que te mueras aquí a que te mueras en tu tierra… sabes qué, vámonos. Allá está la familia, allá están los amigos”. Él sólo quería regresar.
¿Por qué recibió amenazas?
Desconozco.
¿De cuánto era el recurso económico que recibían, lo recibían al mes, cada 15 días?
Fue uno sólo porque de ahí, como renunciamos a todo eso, fue uno solo. No te digo pero fue poco, llegas sin nada. Llegamos desde comprar unos colchones, algo donde cocinar o lo que fuera, no. Éramos cinco personas y un bebé. O sea, o comprábamos medicinas o comíamos algo… era desesperante para todos vivir ahí.
¿Cómo era su esposo en el trato diario?
A él le fascinaba su trabajo. Oía una sirena y decía “¡vamos, vamos, vamos, gorda!”. Siempre trabajé con él. Y no está mal que yo se lo diga porque me sentía orgullosa de él. Era un excelente ser humano y a quien venga se lo puedes preguntar. Era un excelente reportero que no se metía con nadie, no tenía enemigos, era un excelente padre de familia, ya no te puedo decir como abuelo… era lo máximo. No teníamos bronca con nadie, le ganaba la adrenalina por cubrir una nota policiaca y compartir con todos los compañeros de la región.
¿Cómo se sintió después de la reunión que tuvo con el gobernador Javier Duarte?
Anímicamente es igual. La pérdida fue muy grande, yo acudo por invitación. Fui. Ya se platicó, el Gobernador me prometió, me dio su palabra de que va a proceder contra los policías… y se va a llegar hasta lo último, no hay otra.
El 11 de enero de 2016 cinco jóvenes fueron secuestrados por policías estatales y entregados a la delincuencia organizada, incinerados y echados sus cuerpos a molinos de caña, y sus restos esparcidos en un riachuelo que cruza el rancho El Limón, propiedad de Francisco Navarrete Serna, “El Ingeniero”, sentenciado con su hijo y una persona más.
Fueron acusados de ser operadores del Cártel de Jalisco Nueva Generación en la región. Cuando huye Tamayo a Oaxaca, circularon versiones de una supuesta alianza con Francisco Navarrete para poner un periódico en Tierra Blanca.
¿Es falso?
No tenemos el dinero para poner un periódico. Pedro ha sido empleado de periódicos, él es reportero. Fue director de un diario que quebró y ahí se quedó parada toda la maquinaria. La familia de Francisco Navarrete pregunta, aprovechando que estaba quebrado, que si a lo mejor se puede adquirir un diario más barato, y junto con su familia y otras personas deciden adquirir toda la maquinaria, todo el equipo. Se instala e invita a Pedro a trabajar con él como director. Nunca fueron socios de un diario porque nosotros no tenemos dinero para comprar cosas así.
¿Qué opinión tienen de Francisco Navarrete en Tierra Blanca?
Para nosotros el señor Navarrete lo conocemos a él y a su familia, a sus hijos… son personas de aquí, que toda la vida han vivido con nosotros aquí. Si ellos son lo que las autoridades dicen, le corresponde a las autoridades investigar, pero a mí no. Para mí son excelentes personas, como cualquier ciudadano de aquí que todos conocemos.
El fiscal General del Estado, Luis Ángel Bravo Contreras, informó apenas este lunes que fueron en total 12 policías estatales los que se presentaron a declarar por la supuesta omisión en la vigilancia e incluso por la acusación de que retrasaron a los cuerpos de auxilio para que atendieran a Pedro Tamayo, ultimado en su casa.
¿Le han dado información como víctima de este hecho sobre lo que aportaron en su declaración los policías estatales?
Aún no, sigo viviendo mi dolor junto con mi familia y mis amigos. Creo que ahorita no nos hemos preocupado por eso, es lo que declaramos. Confiamos todavía en las autoridades. Ayer aquí estuvieron los fiscales pero yo no estuve, porque estuve en Xalapa. Hoy me dijeron que al rato se comunican conmigo. Y ya espero pedirles datos de cómo va la investigación.
¿Tiene alguna hipótesis por la que hubieran matado a su esposo de la manera en que lo hicieron?
No, él no tenía problemas con nadie absolutamente.