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CIUDAD DE MÉXICO, 31 de marzo de 2022.- México podría enfrentar al menos tres consecuencias económicas del conflicto entre Rusia y Ucrania, que van desde presiones inflacionarias al alza, como el incremento de los precios de energéticos como la gasolina y el gas, así como la escasez o encarecimiento de ciertos productos alimenticios, consideró Benjamín Alemán Castilla, profesor del área de Entorno Económico del IPADE.
“El primer efecto claro del conflicto de Rusia-Ucrania es la tensión al alza de la inflación, que ya venía presentándose con la pandemia. Se ve poco probable que haya reducciones importantes en la inflación en los próximos meses. La inflación seguirá en niveles superiores al objetivo de largo plazo de tres por ciento, por factores como la contracción de la oferta, a raíz por ejemplo de la desaparición de empresas que no sobrevivieron a la pandemia, y a que las cadenas globales de valor están todavía muy afectadas”, mencionó.
El segundo impacto, puntualizó, estaría ocurriendo en el mercado de los energéticos, dado que Rusia es un jugador importante a nivel global y se anticipa que un probable “cierre de la llave” tenga implicaciones directas en el alza de los precios mundiales de la energía. Por ello, en el caso de bloqueos por parte de Rusia para distribuir los energéticos, los países que más dependen del suministro deberán buscar alternativas.
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