El corazón de Boca se vistió de gala con la exitosa Pasarela de Catrinas
XALAPA, Ver., 26 de febrero de 2024.- El presidente de la Sociedad Mexicana de Industriales y Transformadores de la Construcción (SMITC) advirtió que la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de responsabilizar al Ejército del mantenimiento de la red carretera federal propiciará el cierre de alrededor de 10 mil empresas constructoras, de las cuales unas 300 de ellas son de la entidad veracruzana.
Por este motivo interpondrán un amparo universal o colectivo al que se sumarán las organizaciones del ramo que están inconformes por esta determinación y exigir una explicación de los motivos que impulsaron tomar dicha medida.
En conferencia de prensa, el líder empresarial precisó que al cederle el Programa de Mantenimiento de la Red Carretera Federal, también se le canaliza a la Sedena los 11 mil millones de pesos que se le habían presupuestado a la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT), lo cual llevaría al fracaso y a la quiebra total a las más de diez mil constructoras de todo el país.
“Prácticamente ningún constructor que se dedica al mantenimiento de las carreteras tendrá trabajo, porque todo ese programa lo realizará los militares, en lugar de salvaguardar la seguridad de los mexicanos, ahora se dedicarán a tapar baches”, añadió.
Recriminó que se haya tomado una decisión tan a la ligera, porque con dicha determinación se pierde alrededor de 200 mil empleos directos a nivel nacional, al cerrar las más de diez mil empresas que hoy nos bajan la cortina, imposibilitados en generar más fuentes de trabajo.
En el caso de Veracruz, dijo, son alrededor de 300 empresas constructoras las que se verán obligadas a cerrar sus puertas, al no tener obras, dejando sin empleo a más de cinco mil jefes se familia, y de manera paralela a los trabajadores de la SICT encargados de estas tareas y cargados a una nómina se quedarán encerrados en sus oficinas al no tener ni para la gasolina ni para sus unidades, pues las labores encomendadas la realizarán los soldados, pero el pago de sus salarios seguirá costando a los mexicanos.