Jesús Carranza, bajo el agua
XALAPA, Ver., 18 de diciembre de 2020.- El 2020 será recordado el año de la peor pandemia en un siglo y en Córdoba, una de las ciudades más afectadas en medio de la emergencia sanitaria, su alcaldesa Leticia López Landero, destinó casi 20 mil pesos diarios del dinero público en promover su imagen.
Según cifras del propio Ayuntamiento panista, la presidenta municipal gastó 5 millones 222 mil pesos del 1 de enero al 25 de septiembre, de este año, en publicidad y difusión de su imagen personal.
Se trata de información obtenida por medio de recursos legales de Transparencia y Acceso a la Información, a pesar de que el Ayuntamiento agotó todas las opciones jurídicas para ocultarla del escrutinio público.
El gasto, además de excesivo es infructuoso pues Leticia López registra niveles de repudio por arriba del 60 por ciento de la población, según una encuesta en septiembre de Consulta Mitofsky, que la ubicó como la peor autoridad municipal de Veracruz y una de las peores de todo el país, al ocupar el lugar 81 de 100 que fueron medidas.
El gasto en difusión de su imagen personal, que equivalente a la compra de 16 respiradores artificiales o 25 mil despensas, no ayudó a la panista Leticia López a revertir una imagen pública colapsada por la falta de resultados en la gestión municipal y por repetidos escándalos de corrupción alrededor de ella y su familia.
Las cifras de repudio ciudadano no son gratuitas: tan sólo este año, la compra de unas torres de vigilancia para la policía municipal en más de siete millones de pesos, que Leticia López hizo pasar por blindadas, cobrándolas como tal, provocaron la muerte de dos policías municipales al resultar que estaban hechas con materiales de mala calidad y que no les brindaron protección alguna en un intercambio de fuego con delincuentes.
Esta manera de gastar los recursos destinados a Seguridad Pública ha tenido graves consecuencias, colocando a Leticia López a la cabeza de las encuestas, pero en sentido negativo, al ubicar a su municipio en primer lugar estatal de secuestros, con casi el triple que, por ejemplo, Xalapa, a pesar de que esta última ciudad tiene más habitantes.
Tampoco la ayuda el fiasco de la obra del paso a desnivel en la zona de las estaciones que se aventó a construir sin contar con todos los estudios y permisos, lo que derivó en que fuera detenida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), toda vez que afectaba inmuebles patrimonio cultural de la Nación.
A ello habría que añadir los contratos a una constructora que supuestamente resultó estar ligada al exdiputado panista Víctor Serralde y que pronto serán investigadas con lupa por las instancias fiscalizadoras.
Con estas cifras negativas a cuestas, Leticia López anuncia su Tercer Informe de Labores al frente del ayuntamiento de Córdoba y se encamina a la recta final de su mandato en el declive de su poder.
Fuentes internas del PAN, su partido, han referido el lastre que Leticia López significa para esta bandera política en el estado y por ello buscan que no prospere la intención de la alcaldesa de hacer candidato a su hijo Isaac Luz López, actualmente presidente del DIF Municipal, señalado por la gran construcción de su residencia.
Cientos de cordobeses esperan de su informe de gobierno cuentas claras y rendición de cuestas, pues cada que se señala a Leticia López de alguna irregularidad, aboga a la violencia política de género para evadir sus yerros.