Raúl López Gómez/Cosmovisión
Gobernador Yunes, una solicitud de licencia
Con carretadas de dinero, alianzas partidistas pactadas y comprometidas, amarradas las cinco más importantes regiones electorales y con un candidato, su propio hijo, ya en abierta campaña, Miguel Angel Yunes Linares se apresta a una eventual licencia a la gubernatura que permita el perpetuamiento dinástico.
Los tiempos políticos están en su punto.
A las alianzas azules se han sumado, como lo hicieron en las pasadas elecciones municipales, los traidores del duartismo Erick Lagos, Vicente Benítez, Juan Manuel del Castillo, Adolfo Mota, Jorge Carvallo que está con Dios y con el Diablo, Gabriel Deantes, Edgar Spinoso y otros más advertidos y amenazados por el actual régimen.
Es pues, el momento de que Yunes Linares emprenda el vuelo dejando a uno de sus mozos al frente del changarro.
Llevando como bandera el cambio y cárcel para los corruptos, el binomio PAN/PRD de nuevo buscará montarse en el compromiso de cárcel para los depredadores del erario público, en la exigencia de la devolución de lo robado y traer a Veracruz el empleo y la inversión.
Es un juego simple. Un juego de promesas. Un juego que ya dio resultados.
Los azules buscarán seguir capitalizando el odio y rechazo que se tiene a Javier Duarte y su estirpe priista. Se habrá de comprometer cárcel para la familia del ex gobernador y se garantizará una persecución implacable contra quienes andan de huida –Nemi, Bustos, Aguirre- y ordenes de aprehensión para quienes el año próximo dejarán de tener el fuero federal y estatal como Tarek Abdalá, “El Cisne” Silva, Kuri, Yolanda Gutiérrez y Buganza.
Se seguirá una estrategia electoral muy parecida a la desarrollada en la campaña por la gubernatura del año pasado.
Ahora el objeto de ataque no será el candidato Pepe Yunes, sino la corriente duartista… así como la Fidelidad, una bandera poco utilizada pero que se tendrá dispuesta para el momento oportuno.
Fidel Herrera será el nuevo pretexto de lucha.
Así, una posible licencia de Miguel Angel Yunes Linares permitiría justificar el paso gubernamental de Miguel Angel Yunes Márquez y atajaría al otro aspirante, Julen Rementería, propuesta de la vieja guardia panista a quien en todo caso se le premiaría con un escaño.
Y, lo más importante, la operación en abierto que Miguel Angel realizaría en favor de su cachorro desde el trampolín muestra que es el corredor Veracruz-Boca del Río-Alvarado, un modelo que prometerán para todo Veracruz si vota usted por el apacible Miguel Angel Yunes Márquez.
En los hechos hoy queda claro que la contienda electoral 2018 será de tercios. PRI, PAN y Morena que van por la magistratura federal y ocho estatales llevando como nave insignia la Presidencia de la República.
Si se lleva el PRI “Los Pinos” la victoria priista en Veracruz será consecuente; si el PAN se equivoca y lanza a Ricardo Anaya, la derrota en Veracruz es previsible para los Yunes azules y si se cumple el efecto Peje en donde “hasta una vaca gana”, Cuitláhuac García o Rocío Nahle, uno de los dos, gobernará Veracruz los siguientes 6 años.
Hay, sin embargo, una luz de esperanza para el PRI, los independientes.
Si Margarita Zavala o el Bronco al final del camino no cuajan sus capitales se convertirán en voto útil –como sucedió recientemente en el estado de México- en donde los sufragios minoritarios fueron a parar a la causa priista a fin de marcar la diferencia de la victoria.
Un par de elementos más podrían incidir en la derrota en las urnas de Yunes Linares en Veracruz, aparte del efecto adverso por la brutal inseguridad que se vive, la parálisis económica.
Es la atonía que impide el desarrollo de la propia república. No se entiende como el más importante enclave de desarrollo económico esté atrapado por la corrupción y entes delincuenciales.
Y el otro elemento es la división entre veracruzanos producto de disputas, venganzas personales y políticas, las filias y fobias desatadas por la familia de los Yunes azules –el propio malgenio del papá y el hijo- que abonan de manera recia al desprecio y rechazo ciudadano.
Nada tiene que hacer Miguel Angel Yunes Linares frente a Pepe o Héctor –personalidad, carácter, conocimiento político, etc.- por ello es que la lucha no será frontal, será contra los enemigos imaginarios (Duarte en la cárcel y lo de Fidel Herrera en la ficción jurídica) y convencer, en la percepción, que los empanizados son los mejores, los salvadores de Veracruz.
La familia en el poder va por 300 mil votos aparte de su reserva que rebasa el millón de sufragios, el PRI por 400 mil para llevarse la gubernatura, su reserva es de 900 mil. Consecuentemente la pregunta obligada es ¿quién tiene más millones para comprar la elección?
¡Averígüelo Vargas!
Tiempo al tiempo.