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COATEPEC, Ver., 17 de mayo de 2025.- Mientras más se acerca el día de la elección municipal, más arrecia la guerra sucia.
Este viernes, a través de un correo electrónico, difundieron acusaciones infundadas en contra de Guadalupe Yoval Guzmán, suplente de Síndica en la plantilla de Nacho Luna, candidato de Morena-PVEM a la alcaldía de Coatepec.
Se trata, además, de un montaje fotográfico de Guadalupe Yoval y una captura de pantalla del candidato morenista a quien buscan ridiculizarlo.
Como supuesta prueba, los autores de esta guerra sucia difunden una página no oficial: Mugshots Zone. La misma web advierte que no garantiza la exactitud ni la actualidad de sus datos, que sus registros no prueban delito alguno y que su información no puede usarse con fines legales.
Cabe precisar que esta información, además de falsa, podría incurrir en violencia política contra las mujeres en razón de género, conforme al artículo 20 Bis de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que establece:
“Constituye violencia política cualquier acción u omisión —incluidas aquellas basadas en elementos de género— que tenga por objeto o resultado limitar, anular o menoscabar los derechos políticos y electorales de una o varias mujeres, cometidas por cualquier persona, incluyendo medios de comunicación, redes sociales o particulares”.
Además, estas acciones pueden constituir delitos en materia electoral, tal como lo establece el artículo 7 de la Ley General en Materia de Delitos Electorales, cuando se vulneran los derechos político-electorales de las mujeres a través de calumnias, campañas negras o amenazas.
Este ataque incurre, además, en difamación, calumnia y discriminación, lo que puede ser perseguido por la vía penal y administrativa. Lejos de cuestionar con fundamentos, los responsables han decidido usar herramientas falsas, estrategias sucias y mensajes tendenciosos para desinformar y generar escándalo.
Guadalupe Yoval tiene más de 35 años defendiendo a migrantes. Entre los cientos de casos que ha acompañado figura el de Rogelio, un connacional contratado para fabricar paletas y llevado de forma irregular por un coyote pagado por la dueña de una empresa. Tras quince años de trabajo, fue despedido sin sueldo y bajo amenaza de echarle a la policía.
Al ofrecer su ayuda como intérprete y asesora migratoria, se vio inmiscuida en una situación oprobiosa, pues la empresa ofreció una compensación cercana a 15 mil dolares al trabajador; al acudir a la entrega, el abogado patronal obligó a Guadalupe a firmar documentos y colocó 60 mil dólares en una bolsa para fabricar un presunto delito. Ambos fueron detenidos, pero quedaron en libertad sin fianza por orden judicial, cambiaron de defensa y denunciaron a la compañía ante las autoridades competentes.
Si aquel proceso hubiese concluido en una felonía, Guadalupe habría perdido su derecho al voto y la posibilidad de viajar, algo que no ha ocurrido: visita a su madre de 92 años una o dos veces por año. La arremetida mediática no explica estos hechos; tampoco menciona que el sitio citado admite que “no es indicio de culpabilidad” y que al ser visitado por primera vez, no admite el ingreso por una segunda o tercera ocasión. Ese silencio selectivo revela la mala fe: el objetivo no es verificar la verdad, sino dañar la imagen de Nacho Luna utilizando a una suplente que ni siquiera ocuparía un cargo de elección.
Difamar no es fiscalizar, es torcer la ley y el periodismo para frenar el cambio. Coatepec merece un debate de propuestas, no montajes que deformen trayectorias de servicio a la comunidad migrante. Cuando la mentira se vuelve estrategia, la verdad debe alzarse más fuerte: ni Guadalupe Yoval es lo que dicen, ni Nacho Luna teme a la transparencia. El pueblo ya lo sabe y no se dejará engañar.
Guadalupe Yoval no tiene antecedentes penales ni ha sido condenada por delito alguno. Lo que sí tiene es un compromiso firme con el proyecto transformador que encabeza Nacho Luna. Y eso, para algunos, es motivo suficiente para intentar destruirla.