
Alejandro García Rueda/Cuarto de Guerra
«Contemplo el río al amanecer, / su fluir como un verso / que une Moscú y Veracruz / en un mismo susurro de nieve y trópico» Jaime Torres Bodet (1902-1974)
El pasado miércoles 11 de junio de 2025, la Residencia de la Embajada de la Federación de Rusia en México —ubicada en la colonia Hipódromo Condesa, alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México— abrió sus puertas para recibir a invitados del gobierno mexicano, empresarios, artistas, intelectuales, representantes de la Iglesia Ortodoxa y miembros de la sociedad civil. La recepción fue presidida por el embajador extraordinario y plenipotenciario del gobierno del presidente Vladimir Vladimirovich Putin, el Dr. Nicolay Vsevolodovich Sofinski, historiador y diplomático de carrera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
Un palacete con historia
La mansión diplomática, de estilo ecléctico inglés construida en 1911, se erige sobre lo que fuera el casco de la hacienda de Santa Catarina del Arenal, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII. Entre sus propietarios destacan el Conde de Miravalle (1704) y su descendiente, doña María Magdalena Catalina Dávalos Bracamontes y Orozco (1701-1777), tercera condesa de Miravalle, emparentada con Moctezuma y Carlos II de España. Tras la Restauración de la República en 1869, la propiedad pasó a la familia Escandón Garmendia, y en 1911 fue obsequiada como regalo de bodas a Dolores Rubín Escandón y su esposo, Jorge Gómez de Parada.
En 1922, el inmueble albergó la embajada de Brasil, y en 1942 —tras reanudarse las relaciones diplomáticas entre México y la URSS, interrumpidas en 1931— fue adquirido por el gobierno del Gral. Manuel Ávila Camacho para sede de la embajada soviética. Desde 1992, es la residencia oficial de la Federación Rusa en México. El edificio, diseñado por el arquitecto Mauricio de María y Campos Elguero (1878-1912), combina historia y diplomacia en sus muros.
Una recepción con simbolismo
A las 13:00 horas, el embajador Sofinski y su esposa, la Sra. Irina V. Sofinskaya, recibieron a los invitados con cordialidad en la entrada del palacete, acompañados por el cuerpo diplomático ruso. El evento inició con la entonación de los himnos nacionales de ambos países, seguida de un discurso del embajador (disponible en: https://youtu.be/6AgIVGo3Pxg?si=z46t060lRAut3Gjo.
Entre los asistentes, destacó la presencia del ministro consejero Aleksandr V. Batadeev, anfitrión excepcional quien, en marzo de 2024, lideró la representación rusa durante la «Semana de Rusia» en el Colegio de Veracruz —ocasión en que tuve el honor de reestablecer vínculos con su nación—. También compartí impresiones con el Dr. Mario Raúl Mijares Sánchez, presidente del Instituto de Administración Pública de Veracruz, y el cineasta Tonatiuh Jiménez García.
Efemérides y legado histórico
La celebración conmemoró el 35° aniversario del Día de Rusia (instaurado en 1992), el 80° aniversario de la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi (1945) y los 135 años de relaciones diplomáticas entre México y el Imperio Ruso, establecidas durante el gobierno del Gral. Porfirio Díaz,(1830-1915). Sin olvidar el centenario de la estancia en México del poeta bolchevique Vladimir Vladimirovich Mayakovsky (1893–1930)
El texto recordó hitos como la llegada de Mijaíl Gorbachov (1931-2022) al poder en 1985, impulsor de la Perestroika y el Glasnost, y el rol del papa Juan Pablo II (1920-2005) en la caída del bloque soviético. Asimismo, se destacó la figura de Borís Yeltsin (1931-2007), primer presidente de la Rusia postsoviética, quien el 12 de junio de 1990 —fecha que originó el Día de Rusia— proclamó la soberanía estatal de la RSFSR mediante una declaración que reafirmaba:
Esta declaración, firmada por Yeltsin, sentó las bases para la Rusia moderna, cuyo día nacional se oficializó en 2002.