Clausuran entrada principal a Tlalixcoyan por erosión en puente Pozuelos
COATEPEC, Ver., 14 de febrero de 2021.- Este día fue distinto a los demás domingos de visitas en el Centro de Reinserción Social (Cereso) ubicado en Pacho Viejo, pues coincidió con el Día del Amor y de la Amistad, y por ello diversos regalos se vieron entre los visitantes.
En las filas para ingresar a este Centro, familias que cada domingo llevan a los reos comida y utensilios de aseo personal, está vez también llegaron con arreglos florales, chocolates y pasteles, para recordar al ser amado o al papá, que aún en prisión se les quiere.
Si bien debido a la pandemia las visitas de manera presencial ya no son permitidas, se ha activado un módulo de videollamadas a la entrada de dicho lugar.
Y gracias a que los internos toman capacitación para el trabajo, talleres y clases de diversas cosas, entre ellas de carpintería, resina, pintura en cerámica, entre otras, pueden tener un oficio y, en fechas como ésta, enviar un presente a los amores de su vida.
La señora María, que acudió para ver a su esposo, narró que aunque sabía que le daría un regalo, se sorprendió mucho al recibir un arreglo de girasoles hechos de cerámica y pintados a mano.
«Está bien grande y bonito», señalaba mientras se sonrojaba frente a la cámara y otra de las mujeres sentada junto a ella le incitaba a «presumir» el amor que, a través de un detalle, su amado le profesa.
Por su parte, el encargado de enlazar las llamadas entre las parejas o familias se encuentra a la entrada, atendiendo a quienes van a anotarse y esperar para ver a su ser querido.
Aunque para que les llamen y puedan videollamar al recluso llegan a tardar horas, a los familiares no les importa con tal de verse y agradecer mutuamente los presentes recibidos.
Los hijos que también van a ver a sus padres, en cinco minutos pretenden contar todo lo que han hecho en varios días, animándose entre las dos partes y diciendo mil palabras de amor, de fe y de esperanza.
En este lugar no se juzga a nadie, por el contrario, llegan a recibir palabras de afecto unos con otros, y las lágrimas se asoman de los ojos de las madres que hace mucho tiempo no veían a sus hijos.