Arrojan cabeza humana y restos humanos en Minatitlán
VERACRUZ, Ver.- La secretaria general del Sindicato de Trabajadores del Sistema de Agua y Saneamiento (SAS), Angélica Navarrete, se presentó en la planta potabilizadora de El Tejar con la finalidad de solicitar a los familiares de sus agremiados que se liberaran las instalaciones para que se restableciera el servicio del agua en los municipios de Veracruz, Boca del Río y Medellín Bravo.
No obstante, los familiares de los sindicalizados se opusieron a la entrega por el despido de que fueron objeto sus seres queridos.
Los paristas llamaron “vendida” a la lideresa sindical, quien mejor se retiró del sitio para dejar en claro que los trabajadores no fueron quienes tomaron la planta potabilizadora, misma que dejó de operar desde la tarde del martes y, en consecuencia, provocó un desabasto del agua en tres municipios.
Angélica Navarrete mencionó que acudiría al sitio el director de Operaciones del SAS para constar el estado físico de la planta y que no se les responsabilizara de daños.
En ese sentido, deslindó a los trabajadores sindicalizados de la toma de la planta, la cual cumplió 24 horas sin operar la tarde de este miércoles.
“Las señoras están muy molestas porque no quieren; no se llegó a ningún acuerdo, el gobierno municipal está en su plan de desaparecer a los trabajadores; nosotros no queremos causar ningún daño a la ciudadanía, ese no es nuestro objetivo, nosotros jamás lo hemos hecho; son ellos, nosotros los estamos convenciendo para que se retiren”, subrayó.
Insistió que la concesión que se la otorgó al Grupo MAS, conformado por las empresas Odebrecht Ambiental y Aguas de Barcelona, solo provocó el despido de los trabajadores tanto sindicalizados como de confianza, los cuales suman mil 600.
Finalmente, precisó que los trabajadores sindicalizados no aceptarán ninguna liquidación y advirtió que su lucha en contra del despido será por la vía legal, además de que continuarán con las manifestaciones.
Cabe mencionar que durante la cobertura informativa, sujetos que se mantienen en plantón en la planta potabilizadora agredieron a reporteros y a fotógrafos sin motivo de por medio, además de que arremetieron contra los representantes de los medios con consignas como “prensa vendida”.