
Acusan a candidato priista de Perote de acaparar pozos de agua
VERACRUZ, Ver., 20 de julio de 2020.- La empresa petrolera Demar Instaladora y Controladora Outsourcing Hasen del Golfo, que opera en la Sonda de Campeche, ha evitado entregar a los familiares de trabajadores muertos por Covid 19 los registros clínicos de sus exempleados, con los cuales ellos podrían hacer los trámites pertinentes para cobrar los seguros de vida y poder asegurar a sus hijos, acusó Andrea Esquivel Montero, esposa del veracruzano César Augusto Fernández Ramón, fallecido el pasado 13 de junio en una clínica del IMSS de Ciudad del Carmen.
Explicó que pasó una semana encerrado en su habitación con síntomas de Covid 19 y se le negó la atención adecuada, alegando el médico de la empresa que se trataba de un simple resfriado.
«Todo inicio el 30 de mayo cuando su compañero de cuarto, Sergio Hugo Espinoza, cayó en cama con síntomas de Covid 19 y le fue diagnosticado resfriado, tres días después César Augusto se contagió de la enfermedad y estuvo aislado en su habitación; Sergio Hugo fue bajado de plataforma el día 8 de junio pues ya escupía sangre, teniendo César Augusto que esperar dos días más para ser hospitalizado, aunque a éste lo trasladaron en barco junto a 60 personas más, en un trayecto de 5 horas, pues le dijeron que no se veía en mal estado».
Esquivel Montero detalló que su esposo César Augusto Fernández Ramón era Coordinador de Control de Obra de la empresa, y falleció la madrugada del sábado 13 de junio, con mucho sufrimiento tras días de no ser atendido de forma adecuada.
“Llegó la doctora de la empresa junto con el de Recursos Humanos, yo primero vi que se estaban portando muy amables, pero yo no sabía lo que había detrás de lo que ellos estaban haciendo. Llegaron con copias de credenciales de elector de él, cuando yo me presenté con la trabajadora social de ahí, me dijo, ‘tiene que pasar a firmar unos documentos una persona que realmente sepa todo de él’, yo dije, yo porque soy su esposa”.
Andrea Montero menciona que mientras esperaba ser llamada, el encargado de Recursos Humanos de la empresa DEMAR la abordó, mientras la doctora aprovechó para hablar con la trabajadora social de la clínica, le dijeron que no tuviera problema, que la empresa se haría cargo de todo, “mas no sabía que lo que estaban tratando de hacer era el darme ese papel a mí, el historial clínico”.
“Así lo veo yo, porque en ese momento yo lo pedí, el mismo día, necesito el reporte clínico, porque obviamente me lo van a pedir para muchos trámites, y me dijeron en el seguro que no me lo podían dar, que eso no me lo podían dar, que sólo se lo podían dar a quien ingresó al paciente, que en este caso era la empresa”.
El 26 de junio, Andrea Montero escribió una carta al director de la empresa donde le solicitaba el reporte clínico de su esposo, y le comentaron que tardaban 4 días en buscarlo y otros cuatro días en desinfectarlo, pues había estado en área Covid y no podían entregarlo de forma rápida, por su seguridad; hoy, a casi más de un mes de haber fallecido su esposo, no han entregado nada, ni se han comunicado con ella.
Incluso solicitó el apoyo de su jefe directo, quien aparentemente era muy buen amigo de su esposo, y este le dijo que con ellos ya no tenía nada que tratar, que debía hacer todo contacto directamente con el abogado de la empresa.
“El día 9 de julio le pedí de favor que me dieran lo de las nóminas y lo que es el reporte clínico, me dijo vamos a tratar de sustituir este papel por otro, nosotros vamos a hablar a Banamex para ver de qué manera les podemos hacer llegar un papel que te lo puedan validar para que tú puedas cobrar el seguro de vida, ¿y eso que te da a entender?, que ellos tienen el reporte y que están escondiendo algo”, reclamó.
Recordó que cuando ella comentó que su marido le había dicho que existía un seguro de vida de 500 mil pesos otorgado por la empresa en caso de muerte, la abogada Amada Herrera soltó una carcajada en su cara, situación que molestó en demasía a la viuda, quien le aclaró que no veía adecuada sus actitud y que en realidad no tenía intención de obtener más dinero, sino lo justo, pues en realidad ningún dinero era tan importante como tener a sus esposo a su lado.
“Que te sirve que te den 105 mil pesos, que para la empresa es lo que valía la vida de mi esposo, y me lo dan dentro de 8 meses, estaría yo cobrando ese dinero en marzo del 2021, y mientras qué van a comer mis hijos, si sabemos cómo está la situación ahorita de trabajo, ahorita yo no puedo encontrar. Lo que me urge es también que me den las nóminas reales de lo que mi esposo ganaba para yo poder pensionarlos en el seguro, porque ahora la que voy a tener que trabajar soy yo, y la que va a estar expuesta a todo esto que está pasando, este virus, pues soy yo”, concluyó.