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ACAYUCAN, Ver., 12 de marzo de 2025.- En México y el mundo el declive del medio ambiente cada vez es más pronunciado y el estado de Veracruz, no escapa de esa lamentable expectativa sobre todo hasta los primeros 18 años después del 2000.
El municipio de Acayucan no es ajeno a esa realidad, donde los temas como la ecología han pasado no a segundo término, sino a tercero en el mejor de los casos y a último en el peor de todos los escenarios, el desarrollo.
En un pasado cada vez más lejano, el ecosistema predominante de Acayucan era el de selva alta perenne, manglares y pastizales, semejando éstos a las sábanas de las llanuras tropicales de nuestro continente americano.
Sin embargo, con el paso del tiempo y el completo desentendimiento de los encargados de la política medio ambiental en la localidad, empezando por los alcaldes, han llevado al municipio a enfrentar la pérdida casi total de su flora y fauna de manera indiscriminada.
La relación entre los habitantes de Acayucan y desarrolladores del entorno y la vivienda con el medio ambiente no ha sido el mejor, por lo que han dado al traste con casi todo lo que les rodea, olvidándose por completo del tema de la conservación.
Con relación al cuidado del agua se ha llegado a los niveles más bajos de razonamiento, no existe de plano en la mente de todos los actores la cultura del ahorro del vital líquido, ya no hablemos ni de reciclar o separar la basura, es decir, no existe ninguna conciencia.
De por sí el clima del municipio es cálido, con temperaturas que oscilan de los 26 a los 30 grados centígrados, disparándose sobremanera en las temporadas calurosas y su precipitación pluvial promedio anual es de mil 107 mm.
Ahora, qué hacer es la pregunta en medio de una cultura donde predomina aún la cosmovisión de los pueblos originarios, donde incluso se habla todavía las lenguas indígenas como popoluca, zapoteco y náhuatl.
Desde la época de Carlos Grossman, el líder campesino que encabezó la lucha en los ejidos de la región y fundó el partido comunista en la región, con una aceptación singular entre la gente del campo de los municipios de Pajapan, Mecayapan y Soteapan hasta que fue asesinado, nadie ha retomado estas causas.
Muy a pesar de haber nacido en Ucrania, en 1924, Grossman llegó a Acayucan a sembrar la semilla, sólo hace falta un o una valiente que tengan la capacidad y el atrevimiento de cultivarla.
Hasta 2020, se calculaba una población en Acayucan de 114 mil 416 habitantes, 52. 3 por ciento mujeres y 47. 7 por ciento hombres.
Como dato histórico, el escudo del municipio se divide en 3 partes, la superior donde luce un jeroglífico náhuatl con el colorido original de los códices precolombinos, que significa «lugar de cañas»; en la izquierda, tiene dibujada una marimba y una jarana que representan la fusión de las costumbres chiapanecas y el istmo oaxaqueño con las de Veracruz; y en la derecha, el dibujo de una vaca, una planta de maíz y un árbol, significando la actividad agropecuaria del lugar.
Trasladando hechos, sin el ánimo de hacer comparativos, guardando las proporciones de la manera más respetuosa a la historia de Acayucan, se sigue viendo por las calles y comunidades de Acayucan a la maestra Deysi Juan Antonio, para quien el tema de ecología y medio ambiente es algo más que bandera, es abrazar la causa.