Matan al sacerdote Marcelo Pérez en San Cristóbal de las Casas, Chiapas
SAN MARCOS, Mpio. de Naolinco, Ver., 15 de julio de 2022.- Una comunidad entera está de luto; San Marcos Atexquilapan llora la muerte de los jóvenes Misael, Yovani y Yair.
En medio de una incesante lluvia fueron despedidos los cuerpos de tres jóvenes víctimas de la tragedia en San Antonio, Texas.
Sus padres, hermanos, abuelos y demás familiares están destrozados por el dolor de haber perdido a “los chiquillos”, como les llamaban cariñosamente, y no hallan consuelo.
El sueño de tener una mejor vida murió junto con Misael y sus primos Yovani y Yair. El dolor es inmenso, dicen los padres de los jóvenes, quienes afirman que no conciben una vida sin ellos.
Los habitantes de la comunidad se han solidarizado con las familias Olivares y Valencia, y cientos de personas acompañaron durante los funerales y el sepelio, la calle luce repleta. Una banda de música también decidió acompañar y entonar las canciones que agradaban a los jóvenes.
En la cocina, un grupo de mujeres cocinan un adobo que darán a los acompañantes “en agradecimiento por su solidaridad”. En tanto, en el panteón de la comunidad los hombres preparan la fosa en donde sepultarán a los jóvenes.
Luego de la misa de cuerpo presente, en la que el sacerdote de la comunidad reprodujo el mensaje de voz del obispo, en el que envía el pésame a los familiares, trasladaron los féretros por una pendiente hasta llegar al panteón de la comunidad.
Allí, varios hombres y jóvenes reprocharon a las autoridades el olvido que sufre esta pequeña congregación, “sólo voltearon a ver a San Marcos ahora con esta tragedia.
Don Eusebio Monterde reclama que los apoyos y las autoridades municipales, estatales y federales se enfocan en la cabecera municipal, que es Naolinco, y se olvidan de las congregaciones como San Marcos; al reclamo se suman otros vecinos.
Dos jóvenes, vecinos de los fallecidos, dicen que en este pequeño pueblo no hay empleo ni oportunidades para ellos, la única actividad a la que se pueden dedicar es a hacer cortes y elaboración de calzado.
El señor Ángel Jiménez dice que ahora en las pequeñas comunidades las nuevas generaciones ya no quieren siquiera tener animales o dedicarse al campo; “uno quiere tener una vaquita y ya no es posible porque el gobierno todo sube, sube el alimento, sube la manutención”.
“El gobierno no se da cuenta que por la falta de apoyo los jóvenes como estos tres muchachos de la comunidad salen con sueños de una vida mejor y los orilla a esto, mire la tragedia que estamos viviendo”.
Luego de recitar sus plegarias, entre llanto, aplausos y porras los cuerpos de Misael, Yovani y Yair fueron sepultados, juntos, así como murieron aquél trágico 27 de junio.