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CIUDAD DE MÉXICO, 27 de junio de 2017.- A pesar de que los mil 124 diputados del país sesionan en promedio sólo 81 días al año, los 32 Congresos locales mexicanos cuestan en total 13 mil 551 millones de pesos.
Las cifras del Informe Legislativo 2017 del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) difundido por Reforma señala que en algunos casos, como en la Ciudad de México, cada legislador cuesta 28.8 millones de pesos anuales, más que uno federal, además de que tiene a 28 personas a su servicio.
El informe también determinó ineficiencia, rebase ilegal del monto asignado, discrecionalidad en los recursos y opacidad, al grado de que en dos terceras partes de los Congresos no se hace público el presupuesto de egresos ni el número de leyes aprobadas en un año.
Del total del presupuesto que reciben los Congresos locales, el 56 por ciento se destina al pago de diputados y empleados administrativos, y sólo el 24 por ciento a los órganos de fiscalización de las cuentas públicas.
«En un contexto de opacidad y discrecionalidad, la corrupción impide el funcionamiento efectivo de la división de poderes y la función de contrapeso frente a los gobernadores», dijo el director del IMCO, Juan E. Pardinas.
A pesar de que su función es defender el interés público, los diputados locales pocas veces son estudiados, monitoreados y obligados a rendir cuentas, añadió, y es ahí donde se crían personajes como César y Javier Duarte, Tomás Yarrington o Humberto Moreira, quien en la pasada elección vio en el Congreso de Coahuila una vía de escape.
«Estos no son personajes que llegaron de Marte a corromper a la sociedad mexicana, son políticos profesionales que aprovecharon las debilidades institucionales de su estado para usar y abusar del poder político para beneficio personal», afirmó.
La investigación del IMCO determinó que el año pasado 19 congresos gastaron en conjunto mil millones de pesos adicionales a su presupuesto y que en 17 gastaron mil 355 millones de pesos por «ayudas sociales», aunque este rubro no forma parte de sus funciones.
Pese a que el número de legisladores en los Congresos locales va a la baja, su presupuesto creció 11 por ciento en los recientes cinco años.
Resalta el caso de Durango que, entre 2015 y 2017, redujo 17 por ciento su número de diputados, pero su presupuesto aumentó 40 por ciento.
Sin embargo, ningún Congreso es tan caro como el de la Ciudad de México, cuyos 66 legisladores ejercen un presupuesto superior a los de los congresos nacionales de Japón, Dinamarca, Portugal, Francia o España, según el estudio.
El IMCO indicó que en la mayoría de los Congresos locales ni siquiera se preocupan por elaborar leyes, sino solo en aprobar las iniciativas que les llegan de los gobernadores. Hay casos, como el de Tlaxcala, donde cada diputado presentó cuatro propuestas en todo 2016.
Los datos del IMCO, presentados hoy por Pardinas y por los investigadores Diego Díaz y Ramiro Suárez, se realizó mediante la revisión de los sitios web y las cuentas públicas, así como 800 solicitudes de información a través de la Ley de Transparencia. El nivel de respuesta fue del 79 por ciento.
El estudio recomendó a los congresos locales cumplir con las leyes que ellos mismos imponen, elaborar y publicar el proyecto de presupuesto de egresos con base en el modelo elaborado por el IMCO y respetarlo y dotar de autonomía financiera a todos los órganos superiores de fiscalización.
Los investigadores propusieron un modelo como el de Puebla, en donde cada legislador cuesta 3.5 millones de pesos al año.
Aquí puede consultar el Informe completo