¿Caerá el gobernador?
La revancha
Luego de derrotar al PRI en las pasadas elecciones, acaso el mayor reto de Miguel Ángel Yunes Linares está por venir y el camino no se ve fácil.
Pensó quizá que aquel 5 de junio había derrotado a su adversario político, Javier Duarte, a quien promete todos los días y en diferentes espacios meter a la cárcel.
Pero Javier apostó a la revancha y le está dando batalla.
El gobernador de Veracruz ha echado a andar una serie de medidas que –dicen- es para blindar su salida, lo cierto es que a Yunes Linares no piensa entregarle la administración pública en charola de plata y le complica, desde ahora, su andar los próximos dos años.
Ha eliminado mecanismos de recaudación para la próxima administración. Canceló las fotomultas y, por decreto, condonó multas y recargos fiscales a contribuyentes.
Mediante reformas constitucionales, ha otorgado autonomía financiera al Poder Judicial, a la Fiscalía General del Estado y a la Universidad Veracruzana. Con ello está comprometido el 7.5 por ciento del presupuesto que ejercerá Veracruz en los próximos dos años.
Miguel Ángel Yunes sabe que le ponen piedritas en el camino y por ello en los últimos días ha ocupado los espacios en medios de comunicación y usa sus redes sociales, no para plantear su próximo gobierno, sino para pedir –casi exigir- a diputados actuales no aprobar los nombramientos de los cargos que conforman el Sistema Estatal Anticorrupción: un Fiscal Especializado en Combate a la Corrupción por 5 años. Tres magistrados de una sala especializada para combatir la corrupción, de una terna que será propuesta por el actual gobernador, inamovibles por 10 años.
“Son cifras absolutamente imposibles de cubrir por el próximo gobierno, al que se entregará un Veracruz en bancarrota”, dice Yunes.
El gobernador electo asegura además que otra medida que implementaría Javier Duarte es basificar a trabajadores de la administración pública a partir de subdirector, “lo que implicaría un incremento imposible de cubrir en términos de sueldos y prestaciones”.
Y acaso por eso pagó un desplegado en el diario Reforma para pedir al presidente Enrique Peña intervenga en Veracruz.
Yunes sabe que pedir la intervención del Presidente no es legal, violaría la autonomía del estado. El desplegado en Reforma es, como acostumbra, una presión mediática. Por cierto, una plana en dicho diario vale más de 400 mil pesos.
Buscar revertir las reformas constitucionales lo dejaría como el malo de la película, y a ello hay que sumarle que iría a contrarreloj, además con un Congreso que no tendrá mayoría calificada y una numerosa bancada morenista que ha dicho, no será comparsa de Yunes.
La revancha de Javier Duarte es quizá lo que pese más a Miguel Ángel Yunes Linares.
Muchas adversidades para sólo dos años.
En lo que coincidimos todos es en que Veracruz no pague las consecuencias.