Realizan foro Rompiendo paradigmas: juventud y experiencia
CÓRDOBA, Ver., 10 de abril de 2020.- El ruido de la sirena del Palacio Municipal de Córdoba marcó la hora de la crucifixión de Jesús la tarde de este Viernes Santo, recordando la pasión y muerte de Cristo.
Con la Catedral de la Inmaculada cerrada desde la puerta principal hasta el atrio, decenas de creyentes detuvieron su marcha cuando caminaban o en automóvil para descender y reflexionar unos segundos.
Algunos en el pasillo de enfrente de la catedral, otros en el parque 21 de Mayo, donde con fervor, tras los cuatro toques de sirena, levantaron sus manos haciendo una oración cuando el reloj marcaba las 15:00 horas.
Por primera vez en la historia de Córdoba, la Catedral de la Inmaculada Concepción lució vacía de fieles que en años anteriores llegaron a presenciar la pasión y muerte del redentor.