Raúl López Gómez/Cosmovisión
Manuel Huerta… ¡NO SE HA MAREADO!
Desde que su jefe y amigo el presidente López Obrador lo subió al “ladrillo”, Manuel Huerta, el súper delegado del Gobierno Federal en Veracruz, no se ha “mareado”; tiene los pies bien puestos sobre la tierra.
Tampoco padece de vértigos ni suda “calenturas” ajenas.
Está concentrado en lo suyo, en la encomienda toral: que los Programas Integrales de Desarrollo sean una realidad.
Por eso organiza periódicamente giras de trabajo por los sectores sociales más desprotegidos, como las zonas áridas de las áreas rurales.
Son de especial atención las colonias marginadas de las localidades urbanas.
Desde muy joven, vive la ansiedad política, “entrona”, pero cauta.
A los 18 años ya participaba en manifestaciones de protesta contra los gobiernos autoritarios emanados del PRI.
Tiene dos licenciaturas, en Derecho y Sociología Urbana, por la Universidad Veracruzana.
Y se ha distinguido como un pensador de izquierda, defensor de las clases más necesitadas.
Manuel, es de los pocos funcionarios del Gobierno federal, que conoce y entiende con facilidad el lenguaje corporal del jefe político de la nación.
Un gesto, una postura del presidente, es captada de inmediato por el súper delegado, sin que haya una sola expresión de por medio.
Son 40 años de coincidir en la lucha por erradicar la corrupción, impunidad, nepotismo y la arrogancia de los servidores públicos que se sienten dueños del poder.
Él sí sabe de qué lado “masca la iguana”.
Son muchos años de “tragar sapos sin hacer gestos” y, ahora, está atado, pero feliz, con su responsabilidad para dar resultados a la 4T.
El 14 de julio de 2018 declaró “estamos conscientes de la gravedad del rezago que vive Veracruz tras 80 años de gobiernos que han medrado del uso de los recursos públicos, hay mucho que hacer, estos dos años también se perdieron (en clara referencia al mini gobierno azul de Miguel Ángel Yunes Linares) porque los esfuerzos no estuvieron encaminados a mejorar las condiciones, sino al trabajo político en torno a la campaña que ya finalizó”.
El súper delegado sostiene que el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, pondrá fin a un régimen caduco y corrupto; busca transformarlo combatiendo la putrefacción y aplicando la Austeridad Republicana.
Por eso es relevante precisar que la secretaría de la Función Pública investiga a 10 súper delegados.
Se les acusa por presunto uso irregular de programas sociales.
Las entidades federativas involucradas por esas denuncias son: Aguascalientes, Chihuahua, Chiapas, Colima, Guanajuato, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa y Sonora.
El ex delegado en Jalisco, Carlos Lomelí, fue el primer acusado de corrupto.
Enfrenta un proceso por haber obtenido indebidamente contratos para sus empresas del Gobierno federal.
La secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval sustenta que se combate la impunidad “sin filias, ni fobias”.
“Se investiga lo mismo a servidores públicos de la administración actual, que aquellos que tenían procesos abiertos en gobiernos anteriores”.
En la Función Pública “no hay intocables, ni perseguidos”, puntualiza.
La utilización de los programas sociales para otros fines es otro de los delitos que está tipificado como grave y amerita prisión oficiosa.
Veracruz, no está contemplado en el “ojo del huracán”, porque Manuel conoce las reglas del juego y, sobre todo, por su inalterable devoción a los tres mandamientos: “no mentir, no robar y no traicionar”.
Además, sus convicciones y sólida amistad con AMLO, están de por medio.
El Presidente está muy bien informado de la realidad política que vive nuestra entidad, por ello su interés de accionar “un marcaje personal” y cuidar los programas sociales a través de un operador de su absoluta confianza, el súper delegado, Manuel Huerta.
No lo expresa, pero su actitud denota un grito a los cuatro vientos:
¡Tengan para que aprendan!
“HECHO EN VERACRUZ”
Enrique Nachón García, secretario de Desarrollo Económico y Portuario, tuvo el acierto de presentar la marca “Hecho en Veracruz”, cuya meta es fomentar y posicionar el consumo de los productos y servicios veracruzanos en el mercado local y nacional.
La idea consiste en dotar de identidad a través de una marca que resalta su origen, respalda el talento y la creatividad de los empresarios, para ofrecer bienes y servicios competitivos.
La nueva identidad está representada por un corazón formado por una V de Veracruz y en su interior abraza unos surcos que simbolizan el campo.
Nachón García, es un funcionario institucional que domina su oficio.
Su único compromiso es servir a Veracruz promocionando productos de calidad más allá de la frontera.
Es exiguo en palabras, pero pródigo en resultados.