Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
¡Los émulos de López Obrador!
Los días transcurren y el pueblo de México, ese pueblo sabio, observa con lupa las acciones del gobierno federal.
Unos están a la espera del primer Gran Manotazo presidencial.
Otros, opinan que es poco el tiempo para ver el cambio que se desea.
Sin embargo, el presidente ya detectó virtudes y debilidades de su gabinete.
Hay quienes lo siguen, lo imitan y le aguantan el ritmo, pero otros solo se la llevan pateando el bote.
Hay que puntualizar que los animales se mimetizan para confundirse en su entorno, y pasar desapercibidos entre sus enemigos naturales.
Con facilidad cambian de color y se incorporan al medio ambiente que les rodea.
De esa manera salvan su pellejo o evitan enfrentamientos riesgosos.
Pero también utilizan el mimetismo para cazar y atrapar presas.
Entre los humanos, los políticos imitan y algunos hasta plagian personalidades para cambiar de color partidista.
Lo hacen, cuando por interés personal, cambian de instituto político para pasar inadvertidos entre sus adversarios o antiguos correligionarios.
Son los saltimbanquis, chapulines o vulgares chaqueteros a quienes no les interesa la ideología, sino sus posiciones y estar al lado del ganador.
Son los que abundan en los tiempos que vivimos, ya que se ha perdido algo tan esencial como es la lealtad.
Pero hay otros, que no sólo son imitadores, sino verdaderos emuladores que pretenden igualar o superar las acciones de su nuevo guía político y espiritual.
Son más ambiciosos.
Lo primero que hacen los emuladores es estudiar a profundidad al maestro que pretenden igualar. Y pocos son los que intentan superarlo.
En el caso del presidente Andrés Manuel López Obrador, son muchos los que lo quieren imitar y otros de plano emular.
Su hablar pausado y hasta lento, como pensando muy bien lo que va a salir de su boca, es la característica más notable.
Y ahora, algunos integrantes de su gabinete, se han vuelto también lánguidos a la hora de expresar sus ideas.
Se toman su tiempo para explicar sus acciones.
Algunos maliciosos consideran que ese caminar lerdo, ese hablar pausado de los funcionarios, es porque la edad se les vino encima.
Para nadie es un secreto que el gabinete del presidente López Obrador es uno de los de mayor edad en la historia de México.
Debido a su avanzada “experiencia” para ellos caminar y hablar lento es algo normal.
Desde el director de la CFE, Manuel Barttlet Díaz, pasando por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, hasta el titular de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Spriú encabezan la lista de los más “experimentados”.
Sería inconsciente exigirles que sigan el ritmo al mandatario.
Ninguno de los que tienen más experiencia le aguantaría el paso firme y mañanero.
Los pocos que imitan, copian o emulan a AMLO su febril actividad, no son los más jóvenes.
Destacan entre ellos Miguel Torruco Marqués, de Turismo y Alfonso Durazo Montaño, titular de Seguridad Pública y autor del libro “Colosio, el futuro que no fue”.
En Veracruz, donde hay un gabinete local relativamente joven, deberían emular a su guía político y moral, pero no sucede así.
El gobernador Cuitláhuac García Jiménez no realiza conferencias matutinas y son pocas las giras por el interior de la entidad.
Lo mismo sucede con su gabinete que se dedica más a trabajar en sus oficinas que a salir en busca de los problemas en sus lugares de origen.
Pocos son los que recorren el Estado, a menos que sea para resolver un problema, y a veces ni para eso.
Y la verdad, en Veracruz urge que las autoridades copien, imiten, emulen al presidente en su actividad para corregir el rumbo en el menor tiempo posible.
En su más reciente visita a la entidad, el mandatario además de iniciar la entrega de la ayuda de sus programas sociales, puso fin al diferendo interno en la administración estatal.
Se espera que limadas las asperezas y fumada la pipa de la paz, los distintos grupos de MORENA dejen atrás sus diferencias y trabajen en unidad por el bien de los veracruzanos.
La entrega de los apoyos, por si solos, ha sido un alivio para la administración estatal pues vendrá a beneficiar la economía familiar.
Desde los adultos mayores, madres solteras, jóvenes estudiantes, hasta jóvenes que no trabajan ni estudian (NINIS), podrán acceder a recursos que ascienden a 3 mil 660 pesos al mes.
Partiendo de estos apoyos, el gobierno del Estado, emulando al presidente López Obrador, debe dejar la comodidad de sus oficinas e ir en busca de los problemas para resolverlos antes de que estallen.