
Reconoce CMIC a trabajadores de la construcción
Los Globos de Oro
a Periodistas
Ejercer el periodismo en Veracruz, representa uno de los más altos riesgos.
Decenas de comunicadores han sido víctimas en el desempeño de esta apasionada profesión.
Algunos colegas internacionales opinan que es más fácil reportear en Afganistán o Siria, que en Coatzacoalcos, Poza Rica, Pánuco, o en la zona centro de la entidad.
Por eso, en el gobierno de Fidel Herrera, se creó la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas (CEAPP).
El primer titular de esta comisión fue el entrañable amigo y jurisconsulto Gerardo Perdomo, personaje fuera de serie que dedicó todo su tiempo a esa responsabilidad.
Los periodistas desempeñaban la profesión con la confianza de contar con seguridad, apoyo jurídico y moral.
Hoy vivimos otros tiempos.
Los auténticos periodistas, los formadores de opinión pública, no requieren de “galardones”, ni de “Óscares”, ni de Globos de Oro, como esos que obtuvo Alfonso Cuarón por la producción del filme ROMA.
Ya lo dijo Maquiavelo en su oportuno análisis político: “Entre gitanos no existe la buena ventura, en la entidad se conoce a la perfección quien es quien, en el desarrollo de esta alucinante actividad de informar apegado a la verdad”.
Es necesario precisar que para la consolidación del buen gobierno, es indispensable que los reporteros, editores, columnistas y fotógrafos, tengan la libertad para supervisar, investigar y criticar las políticas y acciones públicas.
El pueblo sufrido, pero sabio, debe contar con información precisa, concisa y maciza.
Hoy, son otros tiempos.
Corren nuevos vientos políticos.
Estamos inmersos en la cuarta transformación.
En la ceremonia del “Día del periodista”, ocurrieron dos sucesos que llamaron la atención.
Uno, la denuncia en contra de los integrantes de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, quienes no han respondido con la encomienda.
Por ello, el gobernador Cuitláhuac, fue claro y tajante: si no han cumplido, que renuncien.
Y Ana Laura Pérez Méndez, titular de la CEAPP, presente en el evento, sonrojada y evidenciada por su ineficiencia, soportó cínicamente el señalamiento.
El otro, la propuesta del ejecutivo de instaurar el premio “Regina Martínez” para reconocer el trabajo periodístico de quienes ejercen esta profesión.
Sin embargo, un grupo de manifestantes rechazó la sugerencia por considerarla como “chayote disfrazado”.
Ante las protestas y exigencias para resolver los asesinatos de comunicadores, el ejecutivo tuvo que suspender la firma del proyecto de Decreto para crear el mencionado “galardón”.
En el Palacio de Gobierno el mandatario rindió homenaje a los 36 comunicadores asesinados durante los gobiernos de Miguel Alemán, Fidel Herrera, Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes Linares.
Fue en este marco que sugirió crear la figura del Premio Estatal ‘Regina Martínez’, mismo que se otorgaría dos veces al año, el cuatro de enero y siete de junio.
No obstante que García Jiménez sugirió entregar el reconocimiento ‘al reportero de a pie, al fotógrafo, al columnista, al que tiene un portal’, periodistas que se apersonaron en el sitio, protestaron contra el proyecto.
A nombre de los tundeteclas, la reportera, Norma Trujillo, tomó la palabra y rechazó el planteamiento al ponderar que tal pretensión es “un chayo disfrazado de premio”; además, consideró, que “eso no abona en el combate a la impunidad”.
La periodista insistió: “no podemos avalar que se destinen recursos para la protección y no se haga. No podemos pensar en premio tras premio cuando no se ha hecho justicia a los periodistas”.
Esta argumentación fue respaldada por Jorge, hijo de Moisés Sánchez, uno de los 36 periodistas asesinados. Éste último expresó que “un chayote disfrazado de premio no termina con la impunidad”.
Los inconformes solicitaron la desaparición de la CEAPP, porque la conciben como un “auténtico elefante blanco”. Exigen también que por dignidad, la titular Ana Laura Pérez, debe renunciar.
Esta última demanda fue extendida al Fiscal General, Jorge Winckler Ortiz, en virtud de que no ha resuelto ni un solo caso de los periodistas asesinados.
Hay que subrayar que una reportera y el hijo de un periodista ejecutado, dieron al traste con la buena intención del mandatario veracruzano de reconocer el trabajo periodístico de comunicadores locales.
Los verdaderos líderes de opinión están de luto.
No hay nada que festejar el Día del Periodista.
Un buen gobierno requiere de una prensa crítica y no a modo.