Carlos Ramírez/Indicador político
Dante…
¡¡Del infierno al Paraíso!!!
Dante Alighieri creó su propio infierno en la obra magistral “La Divina Comedia”, para que los pecadores, después de la muerte, sufrieran el castigo eterno.
Lo dividió en nueve círculos concéntricos en forma de embudos.
Ahí acomodó a los pecadores: paganos virtuosos, glotones, lujuriosos, avariciosos, coléricos y herejes.
A los violentos, fraudulentos, aduladores, corruptos, ladrones y falsos profetas, los distribuyó en un lugar especial donde eran sometidos a torturas terribles.
El escritor florentino describe que en el círculo nueve había un palacio donde se encontraban quienes traicionaban a sus bienhechores, entre ellos Judas.
Lucifer, El Diablo, El Chamuco, como quiera usted identificarlo, era un demonio de tres cabezas que habitaba ese espacio; con sus colmillos filosos, mordía a Judas, el gran traidor, quien gritaba desesperado de dolor.
La descripción tan realista y aterradora que hace del infierno el célebre escritor dio pie a que cuando se presentan escenas de espanto, algo horrible, se diga que es un hecho Dantesco.
En Veracruz vivimos algo parecido al averno.
Hay escenas dantescas por doquier: en lo político, económico y social.
Hay graves problemas de inseguridad y violencia, sin precedentes.
Además, tenemos a nuestro Dante, quien ya vivió su propio Infierno (Gobierno de Zedillo y Chirinos), y está nuevamente en el ojo del huracán.
El ex gobernador Dante Delgado Rannauro, es uno de los impulsores de lo que empezó como el Frente Amplio Democrático, y está inmerso con Anaya y Barrales, en una línea de fuego.
Lo que ahora se conoce como el Frente Democrático por México (otro nini: Ni es frente ni democrático ni es por México), formado por el PAN-PRD y MC, se enfrenta a un gran dilema.
Ya sufrió su primera fractura, ese socavón que abrió la esposa de Felipe Calderón, porque según Margarita, Anaya cooptó los órganos del partido y restringió las libertades de sus militantes.
Además, tiene que definir quiénes serán sus candidatos a los distintos cargos de elección popular.
Radio Bemba murmura que Anaya será el candidato a la Presidencia; Barrales al Gobierno de la Ciudad de México y, Dante, a la Jefatura del Gabinete, con influencia en la decisión de Veracruz.
¡Ahí está el detalle!
La relación entre el sustituto de Fernando Gutiérrez Barrios y el gobernador Yunes Linares es nula.
No olvidemos que, por instrucciones del entonces presidente de la República Ernesto Zedillo, el entonces secretario de gobierno de Chirinos encarceló a Dante.
Fueron 36 meses de prisión y eso no se perdona ni olvida.
Tampoco el no estar al lado de su padre cuando muere, porque no quiso presentarse esposado en la funeraria.
Por ello, Dante, el alvaradeño que vivió muchos años en Córdoba, ha insistido que Yunes Linares es “una persona menor, regional y monotemático”.
También señala que “en lugar de gobernar prefiere circo y actos de pirotecnia”.
En una de sus últimas declaraciones, el ex gobernador puntualizó sobre la posible candidatura de Yunes Márquez: “Lo quiero poner de manera muy precisa, el proyecto de transformación de un país es superior a cualquier interés personal”.
Una respuesta institucional, que no afirma, pero tampoco niega, que pueda apoyar el proyecto personal de Yunes Linares. Queda en el limbo.
La respuesta del Gobernador también fue muy etérea: “respeto mucho la opinión de Dante, lo escuché y creo que dijo algo que tiene razón, lo importante más allá de temas de carácter personal es la transformación del país”.
Y son ellos precisamente quienes tendrán que negociar la candidatura a la gubernatura, que el mandatario ya decidió sea para su primogénito.
Surgen interrogantes:
¿Dante apoyará la candidatura del hijo de Miguel?
¿Olvidará que estuvo preso en Pacho Viejo por manos que hoy gobiernan?
¿Tragará sapos sin hacer gestos?
¿O, por el contrario, meterá su cuchara para evitar lo que muchos consideran una aberración democrática: heredar el cargo a su hijo?
Haga lo que haga, el Dante de acá, puede convertirse en el demonio de tres cabezas creado por su tocayo Alighieri.